
Adaptación de un blog, la obra que dirige y protagoniza el gran capocómico y actor Antonio Gasalla tiene todo el caos y aparente aleatoriedad que caracteriza a este tipo de textos. Es –en ese sentido- una apuesta por algo distinto que encara Gasalla, pero que simultáneamente le permite volver a componer un personaje femenino y bien identificable para los argentinos. Se trata de un Gasalla en estado puro, con una gran autoridad escénica y una justa complicidad con la platea.
Más respeto que soy tu madre se mete de lleno en las vivencias de una familia de clase media-baja de Mercedes. La pieza presenta diversas situaciones cotidianas introducidas por Mirta Bertotti, la entrañable madre cincuentona que soporta a un marido machista y gruñón, un hijo de escaso nivel intelectual que no aporta dinero al hogar, una hija estilo Lolita que promueve sus encantos vía internet, un hijo gay reprimido que termina deviniendo heterosexual, y un suegro que es adepto al consumo y a la venta de marihuana.
Se trata de un espectáculo que apunta directo a lo referencial, con inscripciones de un absurdo que a veces se despega en exceso de la cotidianidad representada. Sobre todo en cuanto al humor escatológico, bastante criticado en varios medios (con justa razón, hay que decirlo), que poco agrega al texto y que –además- resulta excesivo.
La pieza tiene un ritmo ágil, los personajes entran y salen como si alternaran un tiempo real con uno procedente de la interioridad de Mirta. Algunos gags se vuelven redundantes por su extensión, pero el Gasalla director ha sabido extraer los gestos y la potencialidad histriónica de actores de procedencias y edades distintas, entre los que se destacan Alberto Anchart (el abuelo) y Nazareno Móttola (el hijo menor).
Lo mejor de la obra pasa por su costado grotesco, el público llega a ver a través de los ojos de Mirta. Es ella la que tiñe con su ternura aquello más revulsivo, la que nos muestra –en definitiva- aspectos muy cuestionables con los que debe lidiar (su marido, por ejemplo: machista, conservador, y chanta), pero que bajo su mirada pueden esconder un motivo para seguir adelante, con la frente bien alta. Porque, como dice al final: “pese a todo, seguimos juntos”.
Ezequiel Obregón
Dirección y adaptación: Antonio Gasalla.
Autor: Hernán Casciari.
Actuaciones: Antonio Gasalla, Enrique Liporace, Alberto Anchart, Esteban Pérez, Eliana González, Nazareno Móttola y Sebastián Borrás.
Iluminación: Roberto Traferri.
Escenografía: Jorge Ferrari.
Sala: Metropolitan.
Horario: Miercoles, jueves y Viernes 21.30 hs. Sábados: 22. 00 hs. Domingos: 21.00 hs.Precio: Desde 65 pesos.
Más respeto que soy tu madre se mete de lleno en las vivencias de una familia de clase media-baja de Mercedes. La pieza presenta diversas situaciones cotidianas introducidas por Mirta Bertotti, la entrañable madre cincuentona que soporta a un marido machista y gruñón, un hijo de escaso nivel intelectual que no aporta dinero al hogar, una hija estilo Lolita que promueve sus encantos vía internet, un hijo gay reprimido que termina deviniendo heterosexual, y un suegro que es adepto al consumo y a la venta de marihuana.
Se trata de un espectáculo que apunta directo a lo referencial, con inscripciones de un absurdo que a veces se despega en exceso de la cotidianidad representada. Sobre todo en cuanto al humor escatológico, bastante criticado en varios medios (con justa razón, hay que decirlo), que poco agrega al texto y que –además- resulta excesivo.
La pieza tiene un ritmo ágil, los personajes entran y salen como si alternaran un tiempo real con uno procedente de la interioridad de Mirta. Algunos gags se vuelven redundantes por su extensión, pero el Gasalla director ha sabido extraer los gestos y la potencialidad histriónica de actores de procedencias y edades distintas, entre los que se destacan Alberto Anchart (el abuelo) y Nazareno Móttola (el hijo menor).
Lo mejor de la obra pasa por su costado grotesco, el público llega a ver a través de los ojos de Mirta. Es ella la que tiñe con su ternura aquello más revulsivo, la que nos muestra –en definitiva- aspectos muy cuestionables con los que debe lidiar (su marido, por ejemplo: machista, conservador, y chanta), pero que bajo su mirada pueden esconder un motivo para seguir adelante, con la frente bien alta. Porque, como dice al final: “pese a todo, seguimos juntos”.
Ezequiel Obregón
Dirección y adaptación: Antonio Gasalla.
Autor: Hernán Casciari.
Actuaciones: Antonio Gasalla, Enrique Liporace, Alberto Anchart, Esteban Pérez, Eliana González, Nazareno Móttola y Sebastián Borrás.
Iluminación: Roberto Traferri.
Escenografía: Jorge Ferrari.
Sala: Metropolitan.
Horario: Miercoles, jueves y Viernes 21.30 hs. Sábados: 22. 00 hs. Domingos: 21.00 hs.Precio: Desde 65 pesos.