31 marzo, 2008

Se presentó Alegría, del Cirque du Soleil

El jueves pasado fue presentado en la Costanera Sur el espectáculo Alegría, nuevo desembarco del Cirque du Soleil tras su primera temporada en Buenos Aires dos años atrás, con Saltimbanco. El director artístico de Alegría, Michael Smith, nos concedió esta entrevista.

Hace tiempo no veía a alguien tan contento. Como si su propia alegría haya sido la promoción del espectáculo homónimo. En un bello y elegante salón de Puerto Madero nos recibió Smith, con mucho entusiasmo y ganas de hablar de Alegría.

E.S.: En Argentina vimos mucho videos de la Compañía y todo parece indicar que a partir de Saltimbanco vamos a recibirlos muy seguido. Cada espectáculo luce de manera singular, ¿qué intentaste conseguir con Alegría, y cuáles son las influencias de esta obra?

M.S.: Cada espectáculo tiene un universo diferente. Cuando empezamos a montar un espectáculo pensamos qué universo queremos crear. Con Alegría tuvimos la idea de Modernidad y Antigüedad. Pensamos en el contraste entre la luz y la oscuridad, el hombre y la mujer, pensamos en el espacio que abrió Internet y toda la información que nos brindó y que nunca tuvimos antes. Como pueden ver el espacio de la obra es como una cúpula, como una basílica de Roma. Este tipo de institución representa poder político, dinero y control. Allí se representa lo viejo. Aparecen en torno a él pajaritos viejos con máscaras y colores, todo luce antiguo. Ellos no comprenden que su tiempo ha pasado, sin embargo siguen viviendo. Al lado de ellos están los ángeles que vuelan. Son los guardianes de lo nuevo, por eso están de blanco. Los viejos no entienden nada, y siguen y siguen y siguen.... Como la vida misma.

E.S.: Este espectáculo fue creado en 1994, aún no había estallado el boom de Internet.

M.S.: Pero estaba empezando. Internet cambió muchas cosas, pero para nosotros en el 94 apenas comenzaba, y era la idea de las posibilidades que creaba. Al abrir todas estas puertas nuestra esperanza, siendo muy socialitas como compañía, reflejaron el poder del espíritu humano que debe sobrepasar el sistema político de todo el mundo. Sabemos que eso no sucedió, pero todavía tenemos la esperanza. Hay que tener esperanza. Lo más importante del espectáculo es la idea de encontrar la humanidad en cada uno. Hacia el final de Alegría están todos juntos: los viejos y los nuevos. Esto ocurre cuando el cantante canta “Alegría”. Es la esperanza que tenemos todos como humanos.

E.S.: El año pasado recibimos la presencia del Teatro del Sol. Vos definías a la compañía como socialista. ¿Qué reflexión te merece trabajar con tantos artistas, además de que pertenezcan a distintas nacionalidades?

M.S.: Para mí es un placer enorme trabajar para la Compañía. Tenemos artistas de 56 nacionalidades. En Alegría tenemos 12 nacionalidades, y soy responsable de este grupo de gente. Mi idea es que el mundo puede existir fuera de nuestra compañía. Les damos un ejemplo de la posibilidad de todas las culturas que pueden trabajar juntas, con respeto. Aceptamos que somos diferentes, pero aceptamos también que trabajamos y luchamos juntos para el espectáculo. Ojalá el mundo fuera así. En nuestro pequeño mundo podemos hacer esto, y esto puede ser una esperanza a nivel global.

E.S.: Este año recibimos también al clown Slava, que integró la compañía de ustedes. Pienso en la imagen del clown, que encarna lo cómico y lo trágico de la humanidad y la simpleza con la que lo hace. ¿Qué asociaciones hacés con el clown en relación a lo trágico, lo cómico, y su cuerpo?

M.S.: Es lo que pasa dentro de cada uno de nosotros. Cuando estamos contentos: reímos. Cuando estamos tristes: lloramos. El final del Primer Acto se llama La tempestad. Estaba creado para Slava, y para mí este número es uno de los más importantes, porque se representa la fragilidad del humano. Hay un hombre en medio de una tormenta, luchando contra la tempestad. Eso representa lo que nos sucede a todos en la vida. En algún momento nos sucede algo, y tenemos que luchar contra eso solos. Es importante para un payaso poder usar la tristeza, no todo es “ja ja ja”. Es sólo una parte del ser humano. Si no muestra ambas cosas, no es un buen payaso.
Ezequiel Obregón

Lograda puesta de Rent

La semana pasada se estrenó en la Ciudad Cultural Konex una interesante versión del musical Rent. Singular por sí misma, la versión original escrita por Jonathan Larson es una adaptación de La Boheme de Giaccomo Puccini, sólo que aquí la tuberculosis fue desplazada por el HIV hacia el final del siglo XX. Este dato es significativo, dado que en 1996 –en la fecha de su estreno- el HIV aún era difícil de tratar, y este hecho arroja un halo de desesperanza que recorre el espíritu de sus bohemios personajes.

El lugar elegido para esta versión es –como apuntamos arriba- este singular espacio teatral, reciclado de una fábrica de aceite, si las fuentes no me fallan. La sala es la mayor, la “Sala A”, y la estética es absolutamente funcional a la puesta, cuyo eje se desarrolla en un departamento venido a menos del East Village apropiado por los protagonistas. Casi como una objetivación del espacio, distintos flagelos maltratan el cuerpo de los protagonistas: el SIDA, el hambre, la misma sociedad que los expulsa. El único espacio que los alberga es el del arte y la amistad. La adaptación de Masllorens y Del Pino ha sabido depurar la puesta de localismos y aspectos lingüísticos propios de esta comunidad, “joven, urbana, norteamericana, y ¿alternativa?”, no obstante, conserva la espontaneidad y revulsión de las canciones, prácticamente omnipresentes en toda la obra.
.
Rent comienza en el departamento, presentado a Mark, quien ya muestra su pasatiempo de filmar todo lo que ocurre. Este hecho imparte un índice de lectura de la obra, que registra las relaciones de estos jóvenes durante un año de sus vidas. Pero Rent rechaza todo gesto documentalista para anclarse en el proceso vivencial del grupo, integrado también por Roger, enfermo de SIDA, quien lamenta la muerte de su novia; Maureen (ex de Mark), actualmente con Joanne; y Angel, una travesti con quien Collins inicia una relación amorosa.
.
La obra hace de las relaciones de estos jóvenes el eje central. La flexibilidad con la que entienden los vínculos humanos es expuesta no sólo como modo de vida (sexual, social, hasta filosófico), sino también como contrapunto de los males que los invaden. Así, esta suerte de mirada contracultural irá esbozando un reflejo del mundo capitalista y tecnologizado de fin de milenio, en el corazón del mundo occidental mismo. El personaje de Benny parece ser el que homologa la mirada negativa del grupo, por haber sido quien se fue con una chica rica, y por ser el dueño del departamento donde viven y que ahora reclama para llevar a cabo una construcción.
Desde luego que estas singularidades de Rent debían tener su correlato en la danza y el canto. En ese sentido, la coreografía de Gustavo Carrizo conduce a este grupo de jóvenes de manera original, con un especial lucimiento de las intérpretes. La puesta de Valeria Ambrosio utiliza el espacio de manera eficaz, uniendo y dibujando casa espacio escénico con fluidez. Sin lugar a dudas la iluminación fue una gran herramienta empleada. Con mínimos recursos, la luz consigue realzar las situaciones transitadas que van de las más festivas a las más dramáticas.
.
En cuanto al desempeño actoral, el elenco muestra una bienvenida consistencia. El nivel de canto es muy bueno, realzado por la impecable banda sonora dirigida por Gabriel Goldman. El director de actores James Murray supo detectar las zonas de cada personaje que merecían ser destacadas. En el elenco se destacan Andrés Bagg (Mark), Florencia Otero (Mimi), Pablo Sultani (Tom), y Angel Hernández (Angel). Germán Tripel (Roger) aún luce fuera de sintonía con el grupo. Su perfil introspectivo parece más un condicionamiento que una marcación.

Rent merece ser una propuesta tenida en cuenta. De los números musicales serán especialmente disfrutados ¿No prendes mi vela?, Hoy es por vos, El tango Maureen, y La vie Boheme. La mayor síntesis de talento en todos los instrumentos de lenguaje teatral son –curiosamente- aquellos en los que la cantidad de actores es más reducida. El final guarda un momento especialmente conmovedor, que le da un giro a la obra y será recordado como unos de los que más teatralidad despliega en esta -aún joven- temporada.
.
Ezequiel Obregón

Libro: Jonathan Larson
Adaptación: Marcelo Kotliar
Traducción: Federico González del Pino, Fernando Masllorens
Versión: Federico González del Pino, Fernando Masllorens
Intérpretes: Andrés Bagg, Laura Conforte, Angel Hernández, Florencia Otero, Martin Repetto, Pablo Sultani, Germán Tripel, Déborah Turza
Vestuario: Walter Jara
Escenografía: Facundo Lozano, Ana Repetto
Iluminación: Sandro Pujía
Música original: Jonathan Larson
Sonido: Guillermo López
Coreografía: Gustavo Carrizo
Puesta en escena: Valeria Ambrosio
Dirección vocal: Ana Carfi
Dirección de actores: James Murray
Director musical: Gaby Goldman
CIUDAD CULTURAL KONEX
Dirección: Sarmiento 3131
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfono: 4864-3200
www.ciudadculturalkonex.org
Entradas desde: $35,00 - domingo, miércoles y jueves - 21:00 hs
Entradas desde: $35,00 - viernes y sábado - 22:00 hs

EnSinapsis regala entradas de teatro a sus lectores

Hola estimados lectores, en esta oportunidad los invitamos a ver dos elogiados espectáculos de la cartelera local:

El primero es Bengala, de Alfredo Megna, con dirección de Armando Saire y Leonardo Odierna y actuación de Néstor Navarría. "Después de la gira por Brasil el grupo SIN GUARDIA repone en el IFT el unipersonal escrito por Alfredo Megna que deslumbró al público, durante seis meses de funciones a sala llena en el año 2007. Con una actuación de Néstor Navarría, calificada de descollante por toda la crítica, vuelve a escena ‘Bengala’, ese viejo boxeador que se resiste a abandonar el único espacio en el que conserva su identidad: el ring". Bengala puede verse en el teatro IFT (Boulogne Sur Mer 547), los días viernes a las 21:00 hs.

El segundo espectáculo es La gaviota, una adaptación del clásico de Chejov con la dirección de Rafael Fernández. "Fiel a las reglas de un clásico, La Gaviota nos sigue hablando de cosas que nos atañen y que ocupan nuestras vidas.La llegada del escritor Trigorin a la casa de campo de Sorin como acompañante de la actriz Arkadina, desata pasiones y conflictos irreconciliables en la vida bucólica de sus habitantes." La Gaviota puede verse en Patio de Actores (Lerma 568), los viernes a las 21 hs.

¿Cómo obtener un par de entradas? Muy sencillo: escribir a ensinapsis@gmail.com, dejar el número de DNI y un teléfono para confirmar el lugar.

Quiero llenarme de tí, en el Velma Café

Un mundo de sensaciones nos espera cada noche en el Velma Café para recorrer los éxitos del Gitano. Para disfrutarlo es necesario entrar en complicidad con la idea de tributo vivaz que ofrecen los artistas (Diego Bros, Virginia Kaufmann y Natalia Cociuffo), sin estar pendientes de las imágenes previas que cada uno tiene del inigualable Sandro de América.

Si bien el espectáculo es un tributo a Sandro, lo han hecho desde el humor, lo cual los salva de que muchas de las nenas del Gitano sientan rechazo o digan que “eso no es un homenaje” para su ídolo intocable.

El elenco maneja muy bien la actuación, la danza y el canto. Es un show que arranca muy tranquilo y va tomando dinamismo, hasta llegar al final con ritmo de fiesta. Consta de un recorrido por distintos temas enriquecidos con elementos que forman parte de la escenografía y de las coreografías armónicas y entretenidas. No faltan las prendas íntimas, las botas de caña alta, los mini shorts y las rosas.

En el desarrollo nos encontramos con la participación de los músicos con notas de simpatía; cambios de melodías en algunas canciones, como es el caso de Por ese Palpitar con ritmo de cumbia (algo que muy bien supo hacer Sandra Mihanovich con Puerto Pollensa), entre otros ritmos como la música electrónica o disco. Algunos de los temas que interpretan son: Por eso bebo, Ave de paso, Penumbras, Mi lágrima número cien, Porque yo te amo, Como lo hice yo, Así, Te propongo, Pequeña mujer, Me amas y me dejas, Una muchacha y una guitarra, Guitarras al viento, Tengo, Rosa Rosa, Dame fuego y no podía faltar Quiero llenarme de ti.

Es realmente inevitable recordar escenas de la película “Quiero llenarme de ti” (1969, con dirección de Emilio Vieyra) con la actuación del Conquistador de América, Marcela López Rey, Soledad Silveyra, el entrañable Fidel Pintos y Rolo Puente entre otros. Sin olvidar la musicalización de Jorge López Ruíz con temas de Sandro y Anderle.

El definitivo acierto de la puesta es acoplarle mucho humor a las canciones. No buscaron hacer un homenaje desde un lugar ceremonial, sino todo lo contrario, logrando un resultado gratificante. Con una esperada presencia en voz en off que estremece y da un nuevo giro evocativo a la puesta.

Hace más de un año que mantienen el espectáculo en cartel en Velma Café por la gran cantidad de público que asiste noche a noche, en un principio fue en el Hotel Faena. También fueron reconocidos con el premio A.C.E. como mejor espectáculo de Café Concert 2007.
Se trata de un espectáculo alegre y apasionado que invita a dejar la sala cantando.

Recomendación: llegar a las 23:30 para poder pedir algo para tomar o comer, todo con muy buena presentación y de calidad. Es una forma de evitar que las mozas tengan que servir al público cuando ya se dio inicio a la función que no tiene un minuto de desperdicio.

Georgina Falbo


Elenco: Diego Bros , Virginia Kaufmann , Natalia Cociuffo
Dirección Coreográfica: Diego Bros
Dirección Musical: Gabriel Goldman
Arreglador Vocal: Gabriel Goldman
Diseño de Vestuario: Matías Begni
Realización de Vestuario: Matías Begni
Diseño de Vestuario: Julio César
Idea: Virginia Kaufmann Diego Bros Griselda Siciliani
Músicos: Gabriel Goldman (Piano), Laura Molina (Trombón), Fabián Fazio (Saxofón) y Gabriel Archilla (Trompeta)

Velma Café - Gorriti 5520 - Tel. 4772-4690 Funciones: Sábados 23:45 Entradas: Desde $25

La León: filmar el deseo

Ver a Álvaro sentado en medio de un paisaje silvestre leyendo un libro es una imagen cargada de significaciones. Podríamos pensar que esa imagen funciona de manera rizomática, en este film en donde cada imagen está orientada hacia este tipo de lectura. Civilización y barbarie. Lo árido en lo suave, lo suave en lo árido. Así puede ser mirado este singular film de Santiago Otheguy, en el cual lo no dicho cumple un peso dramático relevante.

El paisaje del Delta del Paraná –alejado de la postal de El Tigre- es presentado por el realizador como una tierra en la cual lo más primitivo del hombre sigue estando a flor de piel. Los conflictos entre los habitantes del lugar incluyen la bronca ante el avance de "los del otro lado del río", y el odio que surge entre ambos está teñido de visceralidad. En medio de esta hostilidad, casi oculto, está Álvaro, un isleño homosexual que establece un vínculo con “el Turu” (Daniel Valenzuela), vínculo en el cual la humillación y la homofobia es el hábito.

Si la puesta de Otheguy muestra los paisajes isleños con contemplación (como si los descubriera), la manera en la que elige encuadrar a Álvaro (otra notable presencia de Jorge Román, el actor de El Bonaerense) no dista de esa fascinación paisajística. En efecto, la presencia de este personaje produce tanta animosidad en el Turu como fascinación. Lejos de todo reduccionismo psicológico, el relato se centra en los opuestos: la norma y lo singular, lo masculino y lo femenino, lo individual y lo tribal. Pero lejos de hacer de ellos un mero juego, Otheguy desmenuza las otredades. Ejemplo de ello es la secuencia del partido de fútbol, en donde Álvaro se nota tan complacido como cuando reposa bajo un árbol.

La león alude a esa diferencias con la que se debe convivir cotidianamente, dado que señala a la lancha León, rebautizada “La león” por los habitantes de la isla, transporte tan cotidiano como salir a caminar. El perfecto blanco y negro de su fotografía enfatiza la mirada documental que promueve el relato, como si estos seres fueran aún vírgenes ante nuestra mirada. Al mismo tiempo que el vínculo entre los protagonistas se tensa, la cámara se hace testigo de esa tensión, y va un paso más allá de lo contemplativo: descubre la pasión por filmar el cuerpo.
.
Ezequiel Obregón
.
TITULO ORIGINAL: La León
DIRECTOR: Santiago Otheguy
GUIÓN: Santiago Otheguy
INTERPRETES: Jorge Román, Daniel Valenzuela
GÉNERO: Drama
ORIGEN: Argentina
AÑO: 2007
DURACIÓN: 85 minutos
DISTRIBUIDORA: 791 Cine

Dos días en París : Opera prima de Julie Delpy

La primera película en llevar la firma de la actriz Julie Delpy tiene varios puntos de contacto con los films en los que fue dirigida por el norteamericano Richard Linklater (Antes del amanecer, Antes del anochecer). Este dato puede ser provechoso para aquellos que identifican a la actriz con el papel que interpretó en estas películas, en la cual los diálogos tienen un gran protagonismo, como así también las situaciones cotidianas y las caminatas al aire libre, también presentes en Dos días en París.

No obstante, el film de Delpy centra su mirada en una pareja ya establecida. En medio de un tour por Europa, Marion y Jack deciden pasar un par de días en la casa de los padres de ella. El hecho de que la pareja sea multicultural (él es norteamericano), le da a Delpy –también guionista- la posibilidad de generar una amplia cantidad de situaciones en las que se ríe con sarcasmo de las diferencias entre estadounidenses y franceses, y los modos en los que se los estereotipa. Estas situaciones hablan a la vez de la pareja: en las sentencias, afirmaciones, y conclusiones más graciosas sobre las diferentes naciones, ambos dejan entrever de qué manera se relacionan entre ellos.

Delpy refuerza la mirada femenina a través del recurso de la voz en off de Marion, y algunos hallazgos en el montaje que le dan frescura y cierta modernidad al relato. El humor también tiene aportes del vodevil, sobre todo en relación al miedo de Jack de haber sido engañado por su novia.

Los personajes secundarios tienen también su encanto. Si bien el desarrollo de la mayoría (excepto los de la familia de Marion, familia en la vida real de Delpy), es más bien reducido, no dejan de ser funcionales al desconocimiento de ellos por parte de Jack, aspecto que dará paso a nuevas situaciones cómicas.

Dos días en París tiene un final algo maniqueo en relación a su mirada sobre las relaciones maritales de la gente joven. Demasiado obvio si bien –en su humor más sarcástico- toda la película aporta una mirada irónica sobre la pareja de clase social a cierta edad (los de treinta y pico). No obstante, es una eficaz comedia. Deja la sensación de querer encontrar a Marion y Jack, y ver en qué andan.
.
Ezequiel Obregón
.
TITULO ORIGINAL: 2 days in Paris
DIRECTORA: Julie Delpy
GUIÓN: Julie Delpy
INTERPRETES: Julie Delpy, Adam Goldberg, Daniel Brühl, Marie Pillet, Albert Delpy, Alexia Landeau, Adan Jodorowsky, y Alex Nahon.
GÉNERO: Comedia romántica
ORIGEN: Francia/Alemania
AÑO: 2007
DURACIÓN: 99 minutos
CALIFICACIÓN: SAM 16
DISTRIBUIDORA: Impacto Cine

Lluvia: Segundo largometraje de ficción de Paula Hernández

La nueva película de la realizadora argentina propone un camino inverso al de su ópera prima, Herencia. Mientras que en aquella la estructura se correspondía más con la de un relato coral, con personajes que se cruzaban y se volvían a cruzar (cada vez de manera menos casual), aquí el encuentro es de a dos.

En un embotellamiento en un bajo nivel, en medio de una copiosa lluvia, Alma ve no sólo como “el cielo se viene abajo”, sino también su aparente vida sentimental. En soledad, percibimos toda su angustia. De pronto ingresa Roberto a su automóvil, de forma intempestiva, y de ese cruce surgirá algo similar a una amistad, lo más parecido a la unión de dos personas que llevan una carga demasiado pesada.

En esa primera media hora, Lluvia consigue una inmediata empatía con el personaje de Vertuccelli (Alma), cada primer plano es un hallazgo más dentro de este trayecto del film más intimista. Los diálogos irán poniendo en evidencia la fragilidad emocional de los protagonistas, al mismo tiempo que surgirá entre ambos la necesidad de ser confidentes.

Luego de esa primera parte, el film intentará abordar lo que al comienzo se sugiere. Y allí perderá parte del rigor en la construcción de los personajes conseguida, con algunos flash-backs que sobre explican algunos temas. No obstante, la atmósfera de la película continuará hilvanando esos momentos en los cuales tanto Alma como Roberto afianzan su vínculo. Vínculo que –casi de forma tácita- será tan breve como necesario, puesto que Roberto tiene una familia esperándolo en España, al término de tres días.

Merece ser destacado el trabajo del fotógrafo Guillermo Nieto. Su minucioso trabajo consigue capturar cada variación en el rostro de los personajes, sin descuidar el ambiente lluvioso que cederá hacia el final, cuando Alma pueda ver un poco de luz en medio de semejante tempestad.

Ezequiel Obregón

TITULO ORIGINAL: Lluvia
DIRECTOR: Paula Hernández
GUIÓN: Paula Hernández
INTERPRETES: Valeria Vertuccelli y Ernesto Alterio
GÉNERO: Romántica
ORIGEN: Argentina
AÑO: 2008
DURACIÓN: 110 minutos
DISTRIBUIDORA: Disney

Aquellos viejos tiempos : Regresados, de la dupla Bernard-Nardini

Luego de su ópera prima 76 89 03, los realizadores Cristian Bernard y Flavio Nardini generaron expectativas. En un contexto en el cual se veían las primeras películas de los principales exponentes del denominado Nuevo Cine Argentino, esta dupla entregaba una comedia negra sobre la obsesión de tres hombres sobre una ex vedette, musa inspiradora de variopintas fantasías durante la adolescencia. Aquella película confiaba en exceso en los diálogos, que no siempre mostraban ingenio y humor. Algunos veíamos en 76 89 03 cierta misoginia que devenía de la reiteración de los caracteres de los personajes principales. Siete años más tarde los dos directores presentan Regresados, nuevamente un film “generacional”, nuevamente una comedia negra, aunque esta vez más dramática que la anterior. Los puntos débiles de aquella no forman parte de esta película, y algunos temas (el secuestro, por ejemplo) vuelven a aparecer, sin desentonar con la totalidad del relato.

Regresados comienza con la reunión de un grupo de ex compañeros del colegio secundario, veinte años después de haber terminado los estudios. La historia se desarrolla en el año 2002, año en el cual la catastrófica situación política y social post de la Rúa era aún muy reciente. Esa atmósfera oscura, desencantada, acompaña y reproduce la situación personal de los protagonistas.

Luego de ese encuentro, cuyo patetismo deviene principalmente de los comentarios anecdóticos, el relato se concentra en tres aspectos: la posterior salida de Guido y Melina (novios en la adolescencia), el intento de Luis María de acercarse a Germán Pequeño (ausente en la reunión), un ex compañero a quien sus abusos y bromas pesadas lo convirtieron en un ser enfermo; y la salida entre Alexis, Franco, y Lito, quien hizo en España una carrera bancaria tan exitosa como corrupta. Este último micro-relato se corresponde más con la mirada social que tiene el film. La secuencia del encuentro entre el cantante de tango compuesto por Roberto Carnaghi y Lito (quien busca por todas partes la postal turística) puede pensarse como una síntesis de una “Argentina Fantasma”, tan apagada como los personajes que transitan esta noche hecha de reminiscencias y malos entendidos.

Cada micro-relato tiene sus singularidades dramáticas, si bien cuesta hilvanar el patético encuentro entre Pequeño y Luis María (alcohólico en busca de una redención) con la historia de amor trunco de Guido y Melina, mucho más cercana al registro del drama sentimental. No obstante, la propuesta integral goza de un pesimismo que puede unir todas las historias, y –en ese sentido- es fundamental el aporte del director de fotografía Wilson Rodríguez, cuyo trabajo reproduce un ambiente sombrío que propone una mirada especular sobre los personajes, quienes “pintan” la noche con sus historias a cuestas. Merece destacarse las actuaciones de Coni Marino (Melina) y el Marcelo Sein (Germán Pequeño). No obstante, el physique du rol de cada personaje demuestra ser comprendido en la sabia elección de los actores.

Regresados es un film generacional, intimista, cuya mirada sobre los de “casi cuarenta” es absolutamente desencantada. Su impacto emocional es producto de un notable desempeño actoral y la propuesta estética, que seguramente afectará más a los espectadores cercanos a la edad de los personajes.

Ezequiel Obregón


TITULO ORIGINAL: Regresados
DIRECTOR: Cristian Bernard y Flavio Nardini
GUIÓN: Cristian Bernard y Flavio Nardini
INTERPRETES: Roberto Carnaghi, Diego Capusotto, Carlos Issa, Coni Marino, Diego Leske y Luis Sabatini.
GÉNERO: Comedia dramática
ORIGEN: Argentina.
AÑO: 2007.
DURACIÓN: 92 minutos.
CALIFICACIÓN: AM13
DISTRIBUIDORA: Primer Plano.

13 marzo, 2008

El tamaño no importa: Horton y el mundo de los Quien

En Horton encontramos varias ideas dramáticamente ya transitadas. A saber: la dualidad entre lo pequeño y lo grande, la lucha entre la subjetividad y un medio opresivo, la soledad de los valientes. Lo notable es cómo la fábula permite ofrecer una mirada nada superficial sobre estos temas mediante una animación atractiva y un puñado de personajes entrañables.
.
La historia comienza con una minúscula partícula que se desprende de una flor, y que va a parar –por acción del viento- a la trompa del bonachón elefante Horton, quien escuchará una particular vocecita que proviene de allí. En ese encuentro fortuito, la película (basada en un cuento de Dr. Seuss) asume todo el riesgo narrativo. De no creer en la posibilidad de que un elefante se encuentre con un mundo (Villa Quién, para ser exactos), ¿cómo podría funcionar el resto del relato? Si funciona, es por la consistencia de los personajes. La animación subraya sus características fundamentales, pero no los encorseta allí. Por el contrario, Horton puede ser tan valiente como sensible, y la mala de turno podrá redimirse en un gesto que no desentonará con el resto de la película.
.
Casi como el relato de un Galileo Galilei (pero de cuentos de hadas), Horton es –además de un digno entretenimiento- una película sobre el relativismo en la mirada, sobre la capacidad de elevar una verdad al terreno de lo público. Horton sabe que lograr que todos crean la existencia de este mundo, es mucho más que eso. El elefante, al fin de cuentas, es quien mejor sabe ver, por más que sus condiciones físicas no sean las más indicadas para acercarse a lo pequeño.
.
Otro punto a favor de Horton es el humor (al borde de lo naiff) que transita sus 88 minutos. Lejos de las escatologías que –por suerte- ya están desapareciendo de las películas animadas, la risa aquí pasa por los soliloquios del elefante, los ingeniosos remates en los diálogos, y los siempre bienvenidos slapsticks, que me recuerdan a cuando era chico, me caía, y estallábamos en risas.
.
Ezequiel Obregón

.

TITULO ORIGINAL: Dr. Seuss Horton Hears a Who! DIRECTOR: Jimmy Hayward y Steve Martino GUIÓN: Ken Daurio y Cinco Paul, basado en el relato original de Dr. Seuss GÉNERO: Animación ORIGEN: Estados Unidos AÑO: 2008 DURACIÓN: 88 minutos CALIFICACIÓN: ATP DISTRIBUIDORA: FOX

09 marzo, 2008

Entrevista a Alejandro Paker (Segunda Parte)

A punto de terminar su segunda temporada con Cabaret, Alejandro Paker comenzó a ensayar hace unos días Pepino el 88, la puesta de Suárez Marzal que formará parte de la programación del Teatro San Martín. En breve, Paker le dirá adiós a Emcee, el personaje que compuso con tanta solvencia. Sobre él, nos dice estas palabras:
.
AP: Yo lo defino como un gran bufón manipulador. El vive con libertad. Libertad de ser, de sentir, de sexualidad. Elige morir de determinada manera. Se trata de un personaje humano, contradictorio (por eso mismo humano). Creo que se ufana de eso, de sí mismo. Tiene la capacidad de reírse de sí mismo. Es un personaje de soledades, de miserias, de hambre... Creo que como a todos –inclusive me incluyo-, como muchos artistas, el arte lo ha rescatado. El arte ha sido su salvavidas. En su arte radica su libertad, su creatividad y elección sexual. También su religión y preferencias políticas. Creo que él trata de no juzgar, y si discrimina se ríe de ello. Es un bicho de tantos colores...

ES: Cuando aparecen este tipo de personajes con tantas dimensiones, ¿cómo se hace para encararlos en una producción tan compleja, con un director musical, otro actoral...?

AP: ¿Cómo se hace....? Bueno, te lo cuento desde mi experiencia, que fue mi primer protagónico. Hubo muchas presiones, sobre todo porque me eligieron en un casting al cual fue gente muy conocida y talentosa. Como trabajo siempre, me dejé dirigir. Estuve al servicio de la dirección. Fue un trabajo arduo. Por lo general, en los musicales lo primordial es lo musical y lo coreográfico. Yo trabajé paralelamente a la dirección que recibí del equipo creativo. Trabajé con un amigo que funcionó a manera de coach, Walter Velásquez, que es un maestro de clown. Necesité su visión, su contención también. Creo muchísimo en él, por eso me apoyé en su visión y punto de vista. Trabajé de esa manera. No me quedaba con las seis horas de ensayo que tenía, seguía trabajando en un gimnasio que está a la vuelta de mi casa buscando con Walter maneras, estilos... También estaba la cuestión del acento alemán, había que alemanizar el texto pero no tenía que quedar como algo grotesco. Tuve por lo tanto una preparación con una profesora de alemán. Hubo muchas personas que me ayudaron a moldear el personaje. Se fue dando todo junto, era mucha información que me sobrepasaba... Pero eso en el cuerpo se va metiendo. Uno a medida que lo repite, lo trabaja, lo repite, lo repite... Es la maravilla del ensayo.

ES: ¿Te analizás?

AP: Sí, sí. Para mí trabajar de actor es una bendición. Ser actor es algo maravilloso, pero trabajar de eso es una bendición, sobre todo en este país. Hay muchas cosas de las que estoy agradecido. Pero es verdad que uno tiene su vida, sus cosas personales por resolver, aún a mis 35 años. Pero igual hay un momento en el que dejo todo en el camarín. Hay días que tengo más ganas de divertirme y otros en los que tengo más ganas de llorar. Está todo muy al borde. Hay días en los que llego muy contento, y eso potencia la alegría del personaje, y no tengo ganas de sentir la angustia que tiene el personaje. Pero capaz que me resisto hasta el momento previo de comenzar a trabajar la angustia. Y siempre busco la cintura. Sé por donde abordar para olvidarme de mi realidad y meterme en la angustia de Emcee o en su diversión. Ha sido todo un aprendizaje a lo largo de esta temporada.

ES: Yo siento que es un espectáculo que homogeniza al público. El que va a divertirse, hace una reflexión, y el que va a reflexionar, se divierte.

AP: Yo creo que es una obra que desconcierta mucho a la gente que viene a verla. Hay gente que ha venido creyendo que se trataba de un Cabaret de verdad, y se encuentran con una obra de teatro que invita a una reflexión. También viene gente que tiene prejuicios sobre el musical y se sorprenden.

ES: Contáme un poco sobre Pepino el 88.

AP: ¡Pepino! Me da el vértigo de todo lo que comienza.

ES: ¿Encontrás alguna continuidad con este nuevo proyecto y lo que estás haciendo ahora?

AP: Los dos personajes son clowns. Funcionan bufonamente. Frank Brown (el personaje que compondrá) era un bufón también. A Pepino lo va a hacer Víctor Laplace, y Karina K va a hacer Rosita. Veo una continuidad en los personajes en la idea de que quieren entretener. Frank era uno de los pocos payasos que divertía a todos, no sólo a los niños. Emcee no divertía a los chicos porque éstos no llegaban al Cabaret. Han ido chicos a ver el musical, incluso me involucré y jugué con ellos. Noto que me tienen miedo. Dudo que Frank llegue a producir miedo.

ES: ¿En qué estado está la obra?


AP: Aún no hemos empezado a ensayar, estamos haciendo trabajo de mesa. Y también estoy investigando por mi cuenta sobre la vida de Frank: ¿qué usaba, cómo se vestía, cómo se movió, qué música escuchaba, cuáles fueron sus amigos? Todo eso que tiene que ver con lo personal del personaje. Luego me meteré con lo que tiene que ver con avanzar con la obra, un proceso que aún no comenzó. Con Karina nos dimos cuenta que estos personajes hacían de todo, por eso le propusimos al director que entrenemos. Nos dijo: “si quieren subirse al trapecio, lo hacemos”. Creo que cuanto más veraz se vean estos personajes, nos sirve mucho. Estoy sintiendo el dolor del circo. Este es un momento de mucho vértigo, como el trapecio. Cuando subo me da vértigo, miedo... Sin embargo, cuando mi maestro me dice: “ahora hacélo vos”, me cuelgo, subo, me tiro, y salió.

ES: ¿Qué te sugiere el mundo del circo?

AP: Karina y yo lo vivimos como una situación tan poética, pero no nos olvidemos que estos personajes llegaban al circo para comer, y era por herencia. Tu papá te enseñaba a subirte al trapecio, y tenías que tener cuidado de no caerte porque sino no llevabas dinero a tu casa. Se estaba al borde de la muerte siempre. A Frank Brown se le murió una hija en los brazos, y luego su mujer. Por eso luego llega Rosita a su vida. Los Videla me contaron que ellos quebrados iban a hacer funciones al otro día. Salían del sanatorio vendados para no mover el brazo y tenían que subirse al trapecio. Y no existían las pastillas que existen hoy. Toda esa gente no ha quedado bien, no pueden caminar bien... También nos enteramos que las mujeres hacían todo, no sólo participaban en el show, sino que además hacían la comida, limpiaban, cocían el vestuario, ensayaban, todo... Cuidaban a los niños también.

ES: ¿Fuiste a algún circo para este proceso?

AP:
No, porque acá en Buenos Aires no hay.

ES: Yo recuerdo cuando era chico que ir al circo era muy habitual (tengo 25, aclaro, no fue hace cuarenta años).

AP: Yo he ido mucho al circo. Circo que venía, circo al que iba. Mi vieja metía algo de cizaña porque le parecía triste, el tema de los animales, que no estaba limpio. Yo no lo veía.

ES: Hoy lo pienso y me da tristeza. Pienso en los chicos: ¿cómo tienen continuidad educativa? Seguramente son malos alumnos. Pienso en el alimento de los animales.

AP: Me contaban que cada vez que llegaba un circo a un pueblo no habían mas gatos en la calle, ni perros, ni ratas... Se tratan de personajes con otras miserias. Quizás no vivieron la guerra, pero vivieron otras guerras.
.
E.O.

La nube errante: Sobre sandías y otros manjares

La filmografía de Tsai Ming-liang ha sido conocida mayormente gracias al BAFICI, festival que llegó a presentar una retrospectiva de su obra. Quienes vieron sus películas, saben que estamos frente a un autor, autoconsciente como pocos de su “sello autoral”, que –hay que decirlo- atrae a tantos como distancia a muchos otros. Esa capacidad de haber impuesto su propio estilo, deviene de una obra consistente en cuanto a la temática (la alienación, la soledad, las fuerza de las pulsiones sexuales) y al tratamiento visual (planos largos, interiores opresivos, relatos que se desarrollan en espacios urbanos).

La nube errante fascinará a sus admiradores, al tiempo que distanciará irremediablemente a sus detractores. Lo cierto es que, más allá de su coherencia estilística, estamos en presencia de un realizador que provoca con ideas (tarea difícil en los tiempos que corren), que hace uso del silencio con absoluta contundencia dramática, y que –además- puede volver una y otra vez a los mismos temas (los problemas con el agua, por ejemplo) sin dejar la sensación de que estamos viendo lo mismo.

El cine de TML puede ser pensado como un aparato en el cual las contradicciones pueden coexistir. Por un lado, relata los conflictos más naturales (la búsqueda del agua, la necesidad de establecer vínculos, la necesidad de tener sexo) al mismo tiempo que lo hace de una manera sumamente elaborada, y por momentos hiperrealista. Esto se ve reflejado en su tratamiento sobre lo cotidiano: los planos de larga duración que reproducen la cotidianidad de manera tan –valga la redundancia- larga temporalmente, generan cierto distanciamiento sobre hechos que solemos ver día a día, pero sobre los cuales no detenemos nuestra mirada con especial atención.

En La nube errante la ausencia de agua pone en estado de desesperación a Tapei. Cada personaje intenta arreglársela como puede. Es notable la melancolía que desprenden, con su andar lento y su mirada perdida. Cada uno se desempeña de esa misma forma, y al mismo tiempo con sus particularidades, lo que demuestra que TML es –además de un esteta- un gran director de actores. La inclusión de secuencias musicales funciona como un panorama de los deseos de los personajes, revelando todo un mundo interior, al mismo tiempo que distancia más la rutina de lo cotidiano, de lo imaginario. No por nada la película está atravesada por el rodaje de un film porno: algo así como la industrialización del placer. El final, en ese sentido, puede pensarse como una celebración del goce por el puro goce.

Por último, estamos frente a una película erótica, lúdica en el mejor sentido (¿alguien vio algo más original como la escena de sexo oral intermediada por una sandía?), que hace del trayecto de las personas un verdadero motivo para espiar, y descubrir que detrás de lo más primitivo hay todavía mucho por descubrir.

Ezequiel Obregón


TITULO ORIGINAL: The Wayward Cloud - Tian bian yi duo yun
DIRECTOR: Tsai Ming-liang
GUIÓN: Tsai Ming-liang
INTERPRETES: Lee Kang-sheng, Chen Shiang-chyi, Lu Yi-Ching, Yang Kuei-Mei y Yozakura Sumomo.
GÉNERO: Drama – erotico – musical.
ORIGEN: Taiwán-Francia
AÑO: 2005
DURACIÓN: 114 minutos
CALIFICACIÓN: AM18
DISTRIBUIDORA: 791 Cine

Desilusión cantada: Una familia poco normal

Cuando es sabido que algo no va a gustarnos, no tiene sentido exponernos a eso. Pero en busca de ser profesional y no hablar mal de algo sin antes verlo y comprobar que es así, efectivamente. Como aconsejó el director del blog.

El espectador (me incluyo) acostumbra seguir un ritual teatral. Se predispone en el día de la fecha especialmente para ir a la función por la noche. Con un buen margen de tiempo se prepara, viste y perfuma. Viaja hasta el destino. Entra a la sala, espera que el acomodador le indique su butaca, para acomodarse y disfrutar del espectáculo.

El ritual es agradable y forma parte de la cultura del ambiente, pero todo ese proceso se desvanece cuando la obra no cumple ni con las mínimas expectativas que uno puede tener.

Es concretamente lo que sucede con Una familia poco normal, comedia o intento de tal, de Gerardo Sofovich, protagonizada por Moria Casán, quien no ofrece más en el escenario que lo mismo que muestra en televisión.

Pero veamos lo que pasa en general y particular, el elenco está compuesto por:
.
Rolo Puente, gran artista que da lástima verlo en un papel donde las burlas están guionadas y son de mal gusto. Penoso. Miguel Jordán, quien cumple con el papel poco creativo del Doctor Cura. Claudia Albertario, rol de la niña linda en escena. Cumple. Juanita Rpetto, compone bien un personaje que no da para mucho, el cual mantiene una relación lésbica momentánea con Claudia. Emilio Rella, como juguete de turno de Lola (Moria Casán). No sorprende. Álvaro Navia, como el hijo mafioso que vuelve a ver a su familia luego de años. Aporta notas de humor que logran risas. Toti Ciliberto, como ex pareja de Lola, un desperdicio semejante actor en ese rol. Viviana Canosa, participación poco convincente de una chimentera que solo parece estar en escena para generar conflicto, para tener prensa sobre el triangulo de ella, Sofovich y Rial. NN, la “revolvedora de cupones del jefe en la tele”, llega a la obra sin méritos y con un cuerpo que no está en las mejores condiciones como para exhibirlo tanto. En nuestro país sobran las mujeres bien formadas y con condiciones en baile, canto y actuación para poder cumplir con gracia y profesionalismo el rol… lamentable que no se les de la oportunidad a quienes en verdad lo merecen. Lady Barby, es un puntal, en varias oportunidades levanta la obra y es la única que genera carcajadas espontáneas (dado que las otras nacen desde el final de sala donde se encuentran los operadores de luz y sonido) y simpatía en el público.

Pero no es todo, falta tocar algunos puntos que hacen a la obra: la escenografía cumple su función, es fija y simula el interior de una casa de clase “alta”. La iluminación y el sonido son buenos, en manos de dos agitadores reidores. La producción, ¿quién sabe por qué algunos ocupan esos lugares sin estar preparados? Con tantos jóvenes (o no) que cuentan con una excelente formación para cumplir con excelencia la misión. Un prensero (persona a cargo de la prensa) que se deja ver sobrepasado por la actividad y otros productos.

Un guión que es una ensalada mal aderezada, fundada en viejos y mejores guiones nacionales.

En resumen, no tire $70 en este disparate, invierta el dinero en 2 o 3 obras de mejor calidad que le darán algo para pensar y disfrutarán de un buen espectáculo. Sólo es cuestión de mirar la cartelera y leer en el blog EnSinapsis el comentario de la misma antes de ir a la boletería. Estamos para ayudarlo, ya lo salvamos de un bodrio.

Clavelina Suárez

Género: Comedia
Actores: Moria Casán, Rolo Puente, Toti Ciliberto, Alvaro `Waldo` Navia, Claudia Albertario, Juana Repetto, Emiliano Rella, Miguel Jordán y Viviana Canosa
Autor: Gerardo Sofovich
MultiteatroCorrientes 1283 - Capital Federal Horarios: miércoles jueves 22:00, viernes sábado 22:00, viernes sábado 23:45, domingo 22:00.

Una poética de la hibridez

A José María Muscari siempre le interesó el terreno de lo híbrido. A diferencia de lo ambiguo (aquello que no termina por definirse), la hibridez remite a la unión de dos elementos de distintas naturalezas. En Fetiche supo encontrar lo cursi dentro de lo sublime y viceversa, haciendo de su criatura inspiradora, la multifacética Cristina Musumeci, un paradigma teatral sorprendente en donde convivían la fascinación por el cuerpo y la teología sin ambigüedad alguna. Otro caso es el de Piel de Chancho, pieza en donde las mujeres –terribles- podían enunciar sus flaquezas morales sin ningún temor, con un registro de crueldad explícita poco frecuente en la dramaturgia actual argentina.

En su estreno más “comercial” hasta la fecha (imposible no ver esos afiches gigantes al estilo “Closer”) muchos de sus espectadores fieles se preguntaban hasta qué punto perdería su irreverencia y humor zafado. El resultado deja una conciliación entre su impronta autoral y el trabajo con actores más convocantes en un espacio como el Multiteatro. Nuevamente, la hibridez.
.
En En la cama JMM se interna en los tabúes y fantasías de dos parejas de clase media bien establecida, compuestas por Maruca (Viviana Saccone) y Bautista (Gerardo Romano) por un lado, y Sasha (Mónica Ayos) y Boris (Walter Quiroz) por otro. La cama, omnipresente, es el disparador de un sinfín de situaciones que sirven para poner en evidencia las fragilidades, miserias y virtudes de estos personajes.

Al igual que en otras puestas, el espacio entre lo público y lo íntimo está quebrado desde el comienzo. En forma más lograda, por los parlamentos en los que los personajes se dirigen al público, y en forma menos lograda, por la reiterativa mención de primeras marcas y el apellido de los actores, además de otros metalenguajes. Cierto es que este aspecto quizás sea valorado por el “nuevo público”, con una mirada adánica muy distinta a la de los espectadores que ya vieron varias puestas de JMM.

Aquella ruptura entre lo público y lo íntimo subraya otros divorcios que se van asentando a medida que avanza la puesta: lo erótico y lo no erótico, la juventud y la madurez, lo inasible y lo pornográfico. Maruca, por ejemplo, dice en varias oportunidades sentirse insatisfecha con su matrimonio, pero su actitud de queja deviene en conformismo. Sasha, en cambio, evolucionará hasta tomar las riendas de un asunto que le preocupa: su marido no quiere un hijo, por motivos de celos.

En el mismo espacio escenográfico conviven y se superponen los dormitorios de ambas parejas. “Dialogan”, podríamos decir. Allí, a la vista del otro, está el Deseo, demasiado impreciso e inalcanzable para animarse a alcanzarlo. Afortunadamente, es dentro del humor más descarnado e inteligente desde donde la obra elige abordarlo, y es en ese punto en donde los personajes se vuelven tan efectivos como entrañables. Cada actor tendrá su monólogo para lucirse, pero es destacable el desempeño de Viviana Saccone, una actriz tapada que supo encontrar en su Maruca el tono justo para hilvanar una composición convincente.

Para finalizar, quizás esta obra marque un nuevo modelo de escritura para Muscari. La puesta delimita –mediante un anuncio proyectado- una introducción, un nudo, un desenlace, y un epílogo. Más que una estructura clásica, hay una re-organización del mundo caótico que siempre propuso el autor que –por estar encorsetado- pone aún más en evidencia su verdadera naturaleza.

Ezequiel Obregón

Actuaciones: Monica Ayos, Walter Quiroz, Gerardo Romano, Viviana Saccone
Vestuario: Mercedes Colombo
Escenografía: Diego Siliano
Iluminación: Gonzalo Córdova
Música: Mauro García Barbé
Producción: Javier Faroni
Dirección: José María Muscari

MULTITEATRO
Dirección: Corrientes 1283 y Talcahuano
Teléfono: 4382-9140
Web: http://www.multiteatro.com.ar
Entrada: $60,00 - domingo, miércoles, jueves, viernes y sábado - 21:30 hs
Entrada: $60,00 - viernes y sábado - 23:30 hs

Solas

La mujer viaja del pueblo a la ciudad dado que su esposo debe ser atendido en el hospital. Allí, se aloja en casa de su hija, a quien pretende acercarse con afecto. Empresa difícil dado que la joven ha optado por tomar distancia de la familia: rechaza el maltrato del padre tanto como la pasiva resignación de su mamá. La rebeldía, además, la ha hecho vivir experiencias dolorosas que la encierran en un angustiante resentimiento en un mundo que le resulta hostil. El vecino, un viudo tierno y necesitado de compañía, jugará un papel en el breve lapso de la estadía de la madre en el departamento.

Se trata de la versión teatral de la película de Benito Zambrano estrenada en Buenos Aires en 1999. La trasposición no oculta el origen cinematográfico y la pieza conserva en esta adaptación casi todas las situaciones del film. Mantener la multiplicidad de espacios, escenas breves y personajes que entran y salen quita fuerza a esta historia cuyo núcleo de interés reside en el vínculo entre estas dos mujeres que intentan, cada una a su modo, escapar a la soledad en medios diferentes.

La sala de grandes dimensiones no ayuda a crear el clima de intimidad que el relato requiere; tampoco la escenografía - meticulosamente realista. Por el contrario, sí resulta acertado que la mirada de la madre – punto de vista elegido- lo tiña de calidez.

Al menos en el estreno, quienes desempeñaban los papeles secundarios tendían al subrayado exagerado de los rasgos de sus personajes. Sin duda, lo mejor de Solas en escena son sus protagonistas. Julieta Díaz, sin brillar, encuentra el camino que transita la muchacha; Leonor Manso compone a una mujer creíble y querible y Juan Manuel Tenuta encarna con soltura a este viejo compasivo y vivaz que se vuelve entrañable para el público, quien agradece el placer de disfrutar de esa figura encantadora, como el actor mismo.

Una observación que puede parecer menor: cabe celebrar que el programa de mano contenga no sólo una abundante información sobre quienes han puesto su esfuerzo en la concreción de esta puesta, incluidos asistentes y realizadores, lo que no siempre sucede, sino también la del staff de la sala, desde los directores generales al personal de limpieza. Un reconocimento válido.
.
Clara Ibarzábal

Basada en la película de Benito Zambrano.
Adaptación teatral:Antonio Onetti.
Adaptación argentina: Enrique Pinti.
Actúan: Leonor Manso, Julieta Díaz, Juan Manuel Tenuta, Miguel Dedovich, Néstor Sánchez, César Bordón Cristina Fridman.
Música original: Antonio Meliveo.
Diseño de escenografía: Gabriel Carrascal.
Iluminación: Gonzalo Córdova.
Vestuario: Mónica Mendoza.
Dirección: Alicia Zanca.

METROPOLITAN 2
Dirección: Corrientes 1343
Teléfono: 5277-0500
Funciones. de miércoles a viernes a las 21; sábados a las 20.30 y 23.30 y domingos a las 20.30.
Entrada: $ 50

Se presentó la 23º edición del Festival de Cine de Mar del Plata

Dos días antes de la sorpresiva renuncia del director del I.N.C.A.A. tras varios comunicados en contra de su gestión y una orden de allanamiento dispuesta por la justicia a una oficina del Instituto de Cine, tuvo lugar la presentación del Festival de Cine, con nuevo director artístico.

La semana pasada tuvo lugar la presentación del Festival de Cine de Mar del Plata. Quienes tienen memoria, recordarán que el festival tuvo un relanzamiento hace algunos años, bajo la dirección artística de Claudio España. Luego lo sucedió el jujeño Miguel Pereira, quien se propuso “latinoamericanizar” al Festival. La crítica y el público avalaron su gestión que, luego de cinco años, llegó a su fin.

Hace unos meses el mundo cinematográfico local se preguntaba quién sería el sucesor, hasta que finalmente Jorge Alvarez (ahora ex director del Instituto de Cine) develó la incógnita: José Martínez Suárez.

En la conferencia de prensa, ni bien se presentó fue evidente que su estilo (al menos, personal) es bien diferente del de Pereira. Si a aquel lo caracterizaba su hablar pausado, su tono monocorde, al nuevo director nada le detiene su entonación grandilocuente y su humor constante. Habrá que ver cuánto cambiará del festival con el aporte de este reconocido maestro de cineastas; si mantendrá la impronta latinoamericana, y si logrará el elogio crítico que había obtenido Pereira.

Por el momento, la fecha ha cambiado: el evento tendrá su espacio del 4 a 14 de diciembre. Alvarez destacó que, si bien no era la fecha que deseaban (la decisión la toma la Federación Internacional de Asociaciones de Productores de Films), la re-ubicación del festival es un paso importante, dado que antes quedaba en la “agenda festivalera” en el medio de Berlín y Cannes. El funcionario resaltó que esa situación ponía en desventaja al festival local, ya que los directores y productores de films elegían lanzar sus obras en los dos eventos europeos.

El Festival contará además de la Competencia Oficial con la Competencia Latinoamérica, y nuevamente se otorgará el Premio Che Guevara a la mejor película con la cifra de 50.000 dólares de la región. Continúan también las secciones Vitrina Argentina y Lo que vendrá. El equipo del Festival está trabajando en algunos cambios en cuanto a la conformación de las otras secciones.

Los homenajes estarán dedicados en esta edición al film El jefe y a Atahualpa Yupanqui, por sus aportes al cine nacional. Se prepara también una retrospectiva del realizador inglés David Lean, ganador dos veces del premio Oscar como mejor director por sus films, El puente sobre el río Kwai (1957) y Lawrence de Arabia (1962).

Si bien el flamante director no mencionó a sus colaboradores, destacó la incorporación del director y escritor Edgardo Cozarinski como programador de la sección Borges en el cine. Habrá un panorama del cine polaco de los 60, además de las secciones El teatro argentino en el cine y Cómicos del cine argentino.

Martínez Suárez afirmó que es difícil hacer precisiones con anticipación, pero destacó que la lista de invitados será tan amplia como importante. Por el momento, suponemos que Álvarez no será de la partida.

Ezequiel Obregón