En su nuevo film, el director español aborda con discreto encanto aquello que pudo haber sido y no fue, centrándose en la relación que entabla un director de cine que busca inspiración y una mujer que espera la llegada de su hijo adoptivo. Ambos se encuentran en el apacible paisaje de los pirineos catalanes, en donde residen sus amigos Judith y Santi (Carmen Pla y Javier Cámara). A diferencia de los recién llegados, ellos se muestran serenos, alejados de la opresiva
urbanidad.
Más que asistir a dos vidas que se alteran, el film elige acercarse para contemplar dos vidas que se reafirman, aún bajo la necesitad de frustrar una delicada pero sentida pulsión amorosa. Gay encuadra rostros, gestos, modos de mirar, que dan cuenta de ese sentimiento. Tanto Alex como Mónica (una violinista) sienten empatía recíproca apenas se cruzan. La cámara y la bella fotografía de Andreu Rebés asisten a ese cruce.
El está visiblemente más tenso que ella, a la espera de su esposa y sus hijos. Ella, más calma, está ansiosa por llegar y recibir a su hijo adoptivo. Ficción, hay que decirlo, es una película con notable carga moral, no por eso menos emotiva y ciertamente esquiva a golpes bajos. Lo que nos cuenta no excede ese trance vivido por los dos personajes. Para ambos es imposible dar un paso más. ¿Lo hubieran hecho, de ser más jóvenes? ¿No lo hacen por seguridad? ¿Qué tan grande es el peso de los que los esperan? El film elude cualquier tipo de respuesta, y es allí en donde su aparente liviandad se llena de sentido.
La escena en la cual los protagonistas se desvían en medio de la lluvia y terminan compartiendo una cabaña es de una sensualidad inusitada para los tiempos que vivimos. Los “tiempos muertos” pasan a significar mucho más, al punto que deberían redefinirse como “tiempos vitales”. Allí, suspendidos en el deseo, quedan los personajes, más vivos que nunca. Recién hacia el final de aquel viaje dan un respiro a sus ganas.
Ficción es un film que atrapará a varios y no interesará a otros tantos. No deja de ser una noble propuesta hecha con total profesionalismo, en la cual resultan elogiosas las composiciones de Alex (Eduard Fernández), Javier Cámarra (Santi) y Montse Germán (Mónica).
Ezequiel Obregón
Ficción ( Ficció , España/2006).
Dirección: Cesc Gay.
Intérpretes: Eduard Fernández, Javier Cámara, Montse Germán, Carmen Pla, Agata Roca. Guión: Tomás Aragay y Cesc Gay.
Fotografía: Andreu Rebés.
Música: Cesc Gay y Xavier Salvá.
Edición: Frank Gutiérrez.
Hablada en catalán y español.
Duración: 103 minutos.
urbanidad.
Más que asistir a dos vidas que se alteran, el film elige acercarse para contemplar dos vidas que se reafirman, aún bajo la necesitad de frustrar una delicada pero sentida pulsión amorosa. Gay encuadra rostros, gestos, modos de mirar, que dan cuenta de ese sentimiento. Tanto Alex como Mónica (una violinista) sienten empatía recíproca apenas se cruzan. La cámara y la bella fotografía de Andreu Rebés asisten a ese cruce.
El está visiblemente más tenso que ella, a la espera de su esposa y sus hijos. Ella, más calma, está ansiosa por llegar y recibir a su hijo adoptivo. Ficción, hay que decirlo, es una película con notable carga moral, no por eso menos emotiva y ciertamente esquiva a golpes bajos. Lo que nos cuenta no excede ese trance vivido por los dos personajes. Para ambos es imposible dar un paso más. ¿Lo hubieran hecho, de ser más jóvenes? ¿No lo hacen por seguridad? ¿Qué tan grande es el peso de los que los esperan? El film elude cualquier tipo de respuesta, y es allí en donde su aparente liviandad se llena de sentido.
La escena en la cual los protagonistas se desvían en medio de la lluvia y terminan compartiendo una cabaña es de una sensualidad inusitada para los tiempos que vivimos. Los “tiempos muertos” pasan a significar mucho más, al punto que deberían redefinirse como “tiempos vitales”. Allí, suspendidos en el deseo, quedan los personajes, más vivos que nunca. Recién hacia el final de aquel viaje dan un respiro a sus ganas.
Ficción es un film que atrapará a varios y no interesará a otros tantos. No deja de ser una noble propuesta hecha con total profesionalismo, en la cual resultan elogiosas las composiciones de Alex (Eduard Fernández), Javier Cámarra (Santi) y Montse Germán (Mónica).
Ezequiel Obregón
Ficción ( Ficció , España/2006).
Dirección: Cesc Gay.
Intérpretes: Eduard Fernández, Javier Cámara, Montse Germán, Carmen Pla, Agata Roca. Guión: Tomás Aragay y Cesc Gay.
Fotografía: Andreu Rebés.
Música: Cesc Gay y Xavier Salvá.
Edición: Frank Gutiérrez.
Hablada en catalán y español.
Duración: 103 minutos.