Tras casi dos semanas de intenso cine, culminó el gigante festivalero. Atrás quedaron las colas en búsqueda de una entrada, la agenda sobrecargada de títulos de películas y salas, y alguna que otra noche en Harrods.
Este año se volvió a confirmar que el BAFICI ya es un evento con multitudinario apoyo, que se traduce no sólo en términos cuantitativos, sino también en la exigencia de un público en busca de buen cine. En los primeros años del festival solía abrirse el debate sobre qué era “cine independiente” y qué no lo era. Hoy ese debate ha sido cerrado, y han surgido nuevos interrogantes. Uno de ellos es la pregunta por el destino del denominado Nuevo Cine Argentino, sobre todo desde el año pasado, cuando algunos títulos locales produjeron la sensación de cierto agotamiento, desde las temáticas y los estilos. Este año la representación local ha sido lo suficientemente heterogénea como para dejar la contentos a casi todos. En cuanto al público, esa buena recepción quedó materializada en el Premio –valga la redundancia- del Público, que recayó en Filmatrón, pero que, dada la cercanía de los puntajes, pudo haber sido para por lo menos tres títulos más.
En esta edición la Competencia Internacional fue numerosa: 20 títulos formaron parte de ella. Hubo concenso en la rigurosidad con la que los films fueron seleccionados si bien, como es de suponer, siempre hay títulos que no captan la atención de la mayoría. Si la idea era hacer un panorama de lo que acontece mundialmente, hubo para todos los gustos y el objetivo quedó plenamente cumplido. Hubo films que no fueron premiados pero que demostraron ser valisos, como por ejemplo La marea, How is your fish today?, Liv, La línea recta, Avida, Riza, o Bucarest 12:08. A nadie le hubiera molestado que algunos de los films de esa lista ganara. Las tres representantes locales fueron El asaltante, El desierto negro, y Estrellas, y mostraron que se puede seguir construyendo historias originales y de rigurosa calidad técnica. En el caso de Estrellas (que obtuvo varios premios) quedó bien claro que en cuanto a materia documental se pueden hacer trabajos no convencionales y al mismo tiempo reflexivos.
Los films argentinos en Competencia Nacional refutaron la idea que anunciaba un agotamiento. Casi una metáfora de ello fue la inclusión de UPA!, la gran ganadora. La película tiene imperfecciones, es cierto, pero es innegable que funciona como comedia y que tiene todo el nervio y el entusiasmo que acaparó la atención de la crítica, el jurado, y el público. Realizadores consagrados como Raúl Perrone, Andrés di Tella, y Rafael Fillipeli mostraron muy buenos trabajos y los más nuevos Pablo Parés (Filmatrón) y Matías Piñeiro (El hombre robado) entregaron sólidos films con mucha inventiva y rigor técnico.
Este año se volvió a confirmar que el BAFICI ya es un evento con multitudinario apoyo, que se traduce no sólo en términos cuantitativos, sino también en la exigencia de un público en busca de buen cine. En los primeros años del festival solía abrirse el debate sobre qué era “cine independiente” y qué no lo era. Hoy ese debate ha sido cerrado, y han surgido nuevos interrogantes. Uno de ellos es la pregunta por el destino del denominado Nuevo Cine Argentino, sobre todo desde el año pasado, cuando algunos títulos locales produjeron la sensación de cierto agotamiento, desde las temáticas y los estilos. Este año la representación local ha sido lo suficientemente heterogénea como para dejar la contentos a casi todos. En cuanto al público, esa buena recepción quedó materializada en el Premio –valga la redundancia- del Público, que recayó en Filmatrón, pero que, dada la cercanía de los puntajes, pudo haber sido para por lo menos tres títulos más.
En esta edición la Competencia Internacional fue numerosa: 20 títulos formaron parte de ella. Hubo concenso en la rigurosidad con la que los films fueron seleccionados si bien, como es de suponer, siempre hay títulos que no captan la atención de la mayoría. Si la idea era hacer un panorama de lo que acontece mundialmente, hubo para todos los gustos y el objetivo quedó plenamente cumplido. Hubo films que no fueron premiados pero que demostraron ser valisos, como por ejemplo La marea, How is your fish today?, Liv, La línea recta, Avida, Riza, o Bucarest 12:08. A nadie le hubiera molestado que algunos de los films de esa lista ganara. Las tres representantes locales fueron El asaltante, El desierto negro, y Estrellas, y mostraron que se puede seguir construyendo historias originales y de rigurosa calidad técnica. En el caso de Estrellas (que obtuvo varios premios) quedó bien claro que en cuanto a materia documental se pueden hacer trabajos no convencionales y al mismo tiempo reflexivos.
Los films argentinos en Competencia Nacional refutaron la idea que anunciaba un agotamiento. Casi una metáfora de ello fue la inclusión de UPA!, la gran ganadora. La película tiene imperfecciones, es cierto, pero es innegable que funciona como comedia y que tiene todo el nervio y el entusiasmo que acaparó la atención de la crítica, el jurado, y el público. Realizadores consagrados como Raúl Perrone, Andrés di Tella, y Rafael Fillipeli mostraron muy buenos trabajos y los más nuevos Pablo Parés (Filmatrón) y Matías Piñeiro (El hombre robado) entregaron sólidos films con mucha inventiva y rigor técnico.
El Festival parece haber vuelto a consignas estéticas de la “era Quintín”. Los films sobre música y sexo volvieron, y con todo... Pero lo cierto es que las propuestas de las secciones paralelas más osadas (Tearoom o Shortbus) no decayeron en lo estrictamente cinematográfico. Sigue siendo un defecto la inclusión de tantas retrospectivas, que obliga al espectador a no ver ni dos películas de un mismo cineasta “revisado”. La recuperación de Harrods es otro punto a favor, dado que la selección musical fue variada y de muy buena calidad. Otro notable evento fue la proyección de Brand Upon de Brain, del genial Guy Maddin.
El Festival comenzó con una polémica entre el INCAA y la cabecera del BAFICI. Sólo ese episodio no tuvo olfato a cine, sino a política. Fue la mancha de un evento que resultó pulcro e interesante. Esperemos que el año que viene se haya resuelto.
E.O.
Los premios:
- Mejor Película: “In Between Days”, de So Yong-Kim (Canadá)
- Mejor Director: Hugo Vieira da Silva, por “Body Rice” (Portugal)
- Premio Especial del Jurado: “Estrellas”, de Federico León y Marcos Martínez (Argentina)
- Mejor Actriz: Jiseon Kim por “In Between Days” (Canadá)
- Mejor Actor: Arturo Goetz por “El Asaltante” (Argentina)
Selección Oficial Argentina
- Mejor Película: “UPA! Una Película Argentina”, de Santiago Giralt, Camila Toker y Tamae Garateguy
- Mención Especial: “La León”, de Santiago Otheguy.
- Mejor Director (ex aequo): Rafael Filippelli, por “Música Nocturna”, y Raúl Perrone, por “Canadá”
Selección Oficial de Cortometrajes
- Mejor Cortometraje: “ABC, etc”, de Sergio Subero
- Mención Especial Mejor Cortometraje: “Simpatía”, Galel Maidana
- Mención Especial Mejor Cortometraje: “Ana”, de Gabriela Trettel
Selección Oficial de Derechos Humanos
- Premio a la Mejor Película: “9 Star Hotel”, de Ido Haar (Israel)
Cine del Futuro
- Mejor Película: “El tiempo que se queda”, de José Luis Torres Leiva (Chile)
- Mención Especial del Jurado: “Street Thief”, de Malik Bader (Estados Unidos)
Jurado Fipresci
- Premio a la Mejor Película de la Selección Oficial Internacional: “El telón de azúcar”, de Camila Guzmán Urzúa (Cuba / Francia)
Jurado Signis
- Mejor Película: “The Unpolished”, de Pia Marais (Alemania)
- Mención Especial del Jurado Signis: “Estrellas”, de Federico León y Marcos Martínez (Argentina)
Jurado ADF
- Mejor fotografía a: Jorge Crespo por “El Desierto Negro” (Argentina)
Jurado FEISAL
- Mejor Película: “Estrellas”, de Federico León y Marcos Martínez
- Mención Especial del Jurado: “La León”, de Santiago Otheguy
Jurado ACCA (Asociación de Cronistas Cinematográficos Argentinos)
- Mejor Película Competencia Argentina: “UPA! Una Película Argentina”, de Santiago Giralt, Camila Toker y Tamae Garateguy.
Premio ARGENTORES (Asociación Argentina de Autores)
- Mejor guión de película argentina: “Estrellas”, de Federico León y Marcos Martínez (Argentina)
Premio del Público (Auspiciado por el diario Clarín y Cinecolor)
- Mejor Película; “Filmatrón” de Pablo Parés (Argentina)