19 diciembre, 2007

EnSinapsis cumple un año

Queridos lectores, hemos cumplido un año. Desde este formato accesible quisimos construir un discurso claro y alentador sobre aquellas obras que nos conmueven o, al menos, nos movilizan a escribir, a fomentar nuestro amor por el arte.
Agradecemos a todos los que nos dieron su voz, a los tantos artistas que nos dieron la posibilidad de hablar con ellos. Gracias a todos los redactores que pasaron por estas páginas virtuales, porque gracias a ellos pudimos hacer que nuestras lecturas fueran variadas, sugestivas, inteligentes.
Gracias lectores, por dejarnos compartir nuestras pasiones, nuestros criterios, nuestras miradas.
Feliz año a todos.

18 diciembre, 2007

El San Martín presentó su programación del 2008

El Complejo Teatral de Buenos Aires presentó su programación del año 2008. En la Sala Casacuberta el director artístico Kike Staiff, el nuevo Ministro de Cultura de la Ciudad, Hernán Lombardi, y el Jefe de Gabinete Horacio Rodríguez Larreta formaron parte de la mesa ubicada en el escenario, entre otros funcionarios.

Entre las novedades, están las puestas de “Las mujeres sabias” de Moliere, con dirección de Willy Landin (Sala Martín Coronado), “Los últimos felices” del Grupo La noche en Vela (dirección de Paco Jiménez en la Sala Casacuberta), la obra del chileno Benjamín Galemiri “Déjala sangrar” bajo la dirección de su compatriota Patricio Contreras (Sala Cunill Cabanellas), “Marat Sade” de Peter Weiss, con dirección de Villanueva Cosse (Sala Martín Coronado), “Plaza de los héroes” de Thomas Bernard, con dirección de Emilio García Wehbi (Sala Casacuberta), “Pasaje después de la batalla” de Ariel Barchilón, con dirección de Mónica Viñao en la sala Cunil Cabanellas.

En el Teatro Presidente Alvear están anunciados los estrenos de “Pepino el 88”, con texto y dirección de Daniel Suárez Marzal y las actuaciones de Víctor Laplace, Connie Marino, Antonio Ugo, Alejandro Paker, Luis Longhi, Francisco Pesqueira, Maximiliano Accavallo. También se estrenará “Titulares” de Bernardo Carey, aún sin elenco y director confirmados.

En el Teatro Regio se verá el clásico de Chejov “Tres Hermanas”, con dirección de Luciano Suardi y las actuaciones de Carolina Fal, Daniel Fanego, Alberto Segado, Stella Galazzi, Osvaldo Bonet, Nya Quesada, Julieta Vallina, Guillermo Arengo, Iván Moschner, Gustavo Böhm, Germán Rodríguez, Alejandro Ojeda, y Marta Pomponio. Luego se pondrá en escena “El reñidero”, de Sergio Cecco.

En el Teatro del la Ribera se pondrán “Babilonia” de Armando Discépolo con dirección de Roberto Mosca y actuaciones de Silvia Baylé, Noemí Morelli, Anabel Cherubito, María Elina Rúas, Patricia Kraly, Cutuli, Roberto Castro, Roberto Mosca, Ricardo Díaz Mourelle, Pepe Monje, Carlos Kaspar, Julio López, Emiliano Dionisi, y Rocco De Grazia.

Los nuevos Biodramas serán dirigidos por Santiago Gobernori, Vivi Tellas, y Lola Arias. Se repondrán “La Celestina” y “Segovia: o de la poesía”.

En cuanto a los programas del ballet contemporáneo, están programados nuevos trabajos de Ana María Stekelman, Joham Dowland, Mauricio Wainrot, Alejandro Cervera, Roxana Grinstein, Edgardo Mercado, y Juan Onofri Barbato.

Para el público infantil, se pondrán en escena la obra de títeres “Greta y Gaspar”, con la dirección de Ana Alvarado, “Cyrano”, con la dirección de Tito Lorecife, y “María Elena”, homenaje a María Elena Walsh con dirección de Héctor Presa.

Habrán también programas musicales, una amplia cantidad de ciclos de cine en la sala Leopoldo Lugones, y nuevas muestras en las fotogalerías.

Hernán Lombardi anunció la designación de Ruben Schumacher como director del FIBA, lugar bacante luego de la renuncia de Graciela Casabé.
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E.O.

El trompo metálico, de Heidi Steinhardt.

Junto con Olympica y Accasuso, esta ópera prima fue seleccionada para representar a la capital en la Fiesta Nacional del Teatro que se realizará en Formosa en 2008.

Nada más sugestivo que una biblioteca vacía. Allí, la madre usa los libros para educar a Catalina: le enseña a caminar erguida con uno de ellos sobre la cabeza. Ironía, si las hay. Luego, la hace recitar en francés; ya se sabe, la lengua de la cultura. Practican las posiciones adecuadas a una vieja sesión de fotografía, mientras la mujer instruye a la niña con gestos ampulosos y un discurso plagado de anacronismos. La situación que sigue, en el largo rectángulo de este salón aristocrático, nos permite conocer al jefe del hogar, Ricardo, quien dirige un improbable tutti fruti que requiere una inabarcable formación enciclopédica. Contra sus expectativas, la hija supera las absurdas exigencias del padre, quien no puede tolerar el talento de Catalina. La chica, con su inteligencia natural, desafía la autoridad de este hombre acostumbrado a mirar desde la altura a una esposa distraída, que confunde la información y defiende con tozudez las afirmaciones más disparatadas.

Los estantes desnudos de la sala Biblioteca del Centro Cultural Rojas remiten a un saber que parece haberse evaporado y, por oposición, reivindica el valor de la palabra dicha y encarnada en las obras que allí se representan. En este caso, la ópera prima de la también actriz y directora Heidi Setinhardt, una de las más interesantes propuestas teatrales del año, cuestiona desde la acción dramática – con agudeza, con humor, con el cuerpo- la validez de ciertos saberes heredados y la necesidad de cimentar la educación en la propia experiencia vivida en libertad. Pero no se queda ahí.Desopilante, la escena comienza a desnudar el costado terrible de esta familia en la que aprender consiste en adquirir conocimientos inútiles para lucirse – ser escolta y no abanderada implica ya una deshonra- y permanecer eternamente en el reino del sometimiento. El aire se enrarece cuando los tres bailan una combinación de danza folclórica con minué y, nuevamente, a espaldas de la torpeza y la graciosa locuacidad de la Madre, se insinúan las zonas oscuras de esta familia que se autodestruye ahogándose, en tanto se acentúa la distancia la niña y sus padres.

Igual que ella, el espectador tiene la necesidad de salir de ese tan logrado clima opresivo, producido por el potente mundo poético creado desde la palabra y la dirección de Heidi Steinhardt. El cuidadísimo vestuario – que desrealiza y a la vez convierte la vida doméstica en metáfora de la Historia – expresa el ser de cada uno de los personajes y ayuda a los actores a la hora de construir con verosimilitud este triángulo de odio, deseo y soledad. Diego De Paula, con su ropa y gesto militares, presta su cuerpo al padre abusivo que desconoce a su hija, tan delicada y ávida de aceptación. Greta Berghese muestra tras las actitudes ridículas de Magdalena, la ceguera de una madre, que disfraza tanto su ignorancia como la humillación que padece y hace padecer a su hija. Victoria Almeida conmueve en el papel de Catalina, brillante, vulnerable, abierta a lo nuevo a pesar de todo.

La imagen del trompo que gira y se eleva del suelo, transformado mágicamente, se identifica con ella, que, tal vez, sea capaz de atravesar con su luz el círculo infernal en que ha permanecido encerrada.

Clara Ibarzábal

Autoría: Heidi Steinhardt
Actúan: Victoria Almeida, Greta Berghese, Diego de Paula
Vestuario: Heidi Steinhardt
Iluminación: Gonzalo Calcagno
Sonido: Iván Ferrigno
Entrenamiento corporal: Manuel Quesada
Asistencia de dirección: Nicolás Deppetre
Prensa: Paula Simkin
Dirección: Heidi Steinhardt

Nueva saga juvenil

Muchos son los ejemplos que sirven para mostrar cómo Hollywood repite fórmulas, tras la existencia de un original exitoso. Aquí, el modelo es el de la saga para niños y adolescentes, adaptación mediante. La brújula dorada repite tópicos de El señor de los anillos, la serie de Harry Potter, y Narnia (estas dos últimas, aún inconclusas). En casi todos los casos, con menor gracia.

La historia comienza en un inquietante mundo paralelo, en donde –entre muchas particularidades- las almas de los hombres deambulan a su lado, en forma de animal (los daimonion). En ese mundo, la niña Lyra evita que su tío muera envenenado, antes de emprender una misión que se supone importante.

Ese comienzo pre-anuncia varios de los conflictos que se sucederán en el relato. El problema principal es que –si bien sabemos que la película tendrá dos partes más- esos conflictos no consiguen sostener el mismo interés durante todo el metraje. Las sub-tramas se irán integrando al viaje que emprende la niña, guiada por una villana encarnada con frialdad (correcta en relación al personaje) por Nicole Kidman.

Excepto la malvada y la niña, los personajes secundarios quedan muy desdibujados. La falta de ambigüedad en ellos tampoco colabora para que generen intriga. Como suele suceder, en este tipo de relatos de “mundos paralelos” siempre queda un lugar para la analogía política, en este caso, la de los “excluidos del sistema”: unos niños menos privilegiados cuyas almas serán puestas bajo la mira del sistema.

La brújula dorada tiene una ambiciosa dirección de arte. Por el momento, es más acorde pensar en los efectos especiales como artilugios que como verdaderas herramientas para el desarrollo de la historia. Hay un regodeo excesivo en la aparición de los daimonion, por citar un ejemplo. Hay, también, una lucha entre osos bastante rutinaria, si bien desde ese momento en adelante el film adquiere una mayor fuerza narrativa. Habrá que esperar, entonces, las nuevas entregas.

Ezequiel Obregón

La brújula dorada

TITULO ORIGINAL: The golden compass.
DIRECCIÓN: Chris Weitz.
GUIÓN: Chris Weitz.
ACTORES: Dakota Blue Richards, Nicole Kidman, Eva Green, Daniel Craig, Ian McShane, Sam Elliot.
ORIGEN: USA.
AÑO: 2007.
GÉNERO: Aventuras.
DURACIÓN: 114 minutos. DISTRIBUYE: Distribution Company.

Terror de exportación


Habitaciones para turistas forma parte de un mínimo grupo de producciones nacionales que abordan el terror, género que fue históricamente más explotado por Hollywood. Suele ocurrir que la falta de recursos económicos deviene –voluntaria e involuntariamente- en cierto sesgo bizarro que particulariza las producciones nacionales. En este caso, estamos verdaderamente frente a un film de terror, que ya tiene asegurada una remake dirigida por el mismo director en Estados Unidos.

La historia es mínima: cinco chicas pierden el tren y se alojan en un claustrofóbico hotel de un pueblo fantasma. Poco a poco irán siendo atacadas por un loco. Si el argumento suena a film de terror de los 80’, la asociación es más que válida. Pero resulta interesante como esta premisa poco original puede aportar nuevos elementos.

El director Adrián García Bogliano ha conseguido actuaciones verosímiles, en un registro infrecuente para las actrices locales, sin caer en gestos subrayados ni maniqueísmos en la composición de los personajes. Ese acierto en la dirección de actores se integra a la composición de la luz, de corte marcadamente expresionista en los espacios interiores. En relación a esto, es interesante la articulación entre el adentro y el afuera, ambos tan ominosos como proclives a las escenas sangrientas (algunas más logradas que otras).

La película tiene una mirada bastante corrosiva sobre las instituciones eclesiásticas, los dogmatismos, y los prejuicios sociales sobre determinada problemática juvenil que no revelaremos con el fin de que el espectador / lector se sorprenda. Ese terror anclado en la mirada del pueblo nos remite a El pueblo de los malditos, de John Carpenter.

El último tercio del film se desarrolla a plena luz del día, y el resultado es igualmente –o más- aterrador. Ese efecto se consigue gracias a la forma en la que el relato genera empatía con las cinco protagonistas, haciendo que el afuera (el pueblo) se torne más ominoso.

Esperemos que la versión norteamericana potencie estos hallazgos, en vez de aplacarlos.

Ezequiel Obregón
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Habitaciones para turistas DIRECCIÓN: Adrián García Bogliano. / PRODUCCIÓN: Sebastián Fretes, Hernán Moyano, Ramiro García Bogliano, Rodrigo Ordenes Miro, Federico Ricaldoni. / GUIÓN: Adrián García Bogliano, Ramiro García Bogliano. / ACTORES: Jimena Krouco, Elena Siritto, Mariela Mujica, Brenda Vera, Victoria Witemburg, Eliana Polonara, Alejandro Lise, Trajano Leydet, Rolf García, Oscar Ponce. / ORIGEN: Argentina. / AÑO: 2005. / GÉNERO: Terror. DURACIÓN: 90 minutos.

Balance del 2007

Cada fin de año parece reclamar un análisis, una puesta por escrito que busca generar una imagen sobre el estado del cine en el año que culmina. Como siempre, la tarea resulta ardua. Hay más que nunca una tensión entre la necesidad de ver un cine distinto y la presencia de un mercado cada vez menos “amable” con los cines más “periféricos”.

Fin de 2007. Año que se recordará como en el que se impuso el cine rumano, en sintonía con los grandes festivales (el reciente estreno de 4 meses, 3 semanas, 2 días -Palma de Oro en el último Cannes- confirma esta tendencia). Año en el que comenzará a ser evidente cierta crisis de aquello que se dio a conocer como el Nuevo Cine Argentino. Año en el que aquella “cuota de pantalla” que iba a darle un respiro a los estrenos nacionales nunca terminó de funcionar. Gracias multisalas.

Pero pensar un año sobre la materia “cine”, materia por demás heterogénea y tan compleja como fascinante, implica hacer un recorte tan subjetivo como inabarcable. Al fin de cuentas, lo que nos interesa son las películas. Allá vamos.

Del cine nacional, sólo diremos que de haber crisis, no es justo atacar a un grupo de directores o a determinada forma de producción de films. Hace tiempo sabemos que el cine es un arte que pone en relación diversas esferas, y cierta crítica que piensa en “el público” (como si hubiera uno sólo), “el joven director” (como si también hubiera uno sólo), “el organismo público” (ya conocen la frase) pierde la amplitud de mirada necesaria para pensar en un fenómeno complejo.

Si pensamos en otras cinematografías y en nuevas formas de hacer cine que surgen en estas, la mismísima Nueva Comedia Americana (o al menos los estrenos que nos llegan) cuenta con menos fervor que hace unos años, digamos, cuando Loco por Mary presentaba una mirada más irreverente sobre la comicidad. Ni Licencia para casarse ni Yo los declaro marido y... Harry fueron demasiado celebradas.

Con el aumento progresivo del costo de las entradas de cine (el último número de El amante se explaya al respecto) el negocio –legal e ilegal- del DVD se pronunció más. Aquel rito de ver películas frente a una pantalla grande cada vez es menos practicado. Muchos de los films más innovadores se estrenan, pero en con proyección en DVD. Por un lado, el público más cinéfilo agradece que estas películas se estrenen, puesto que de no ser gracias a este formato, probablemente nunca llegarían a nuestros ojos. Por otra parte, este público lamenta no presenciarlas en formato fílmico. De cualquier manera, es muy meritorio que películas como Reyes y Reinas o A las cinco de la tarde puedan verse.

En sintonía con el resto del mundo (puesto que su presencia en los festivales aumenta, sobre todo en las Competencias Oficiales), el documental contemporáneo sigue aportando gratas sorpresas. Si pensamos en exponentes como En el hoyo de Juan Carlos Rulfo, El cielo gira de Mercedes Álvarez, o la nacional Los próximos pasados de Lorena Muñoz, queda demostrado que el género aún puede seguir sorprendiendo, reflejando las múltiples realidades con originalidad, eludiendo muchas veces la voz en off y el reportaje en primer plano, herramientas que se creían canónicas del género.

Quizás una manera de que estos documentales y films que llegan en formato de DVD encuentren un lugar que los respete (sobre todo en relación al tiempo que permanecen en cartel) sea imaginar nuevos espacios. La tendencia en las grandes urbes son las salas alternativas, salas que muchas veces son verdaderos complejos como el Village o el Cinemark. Salas más pequeñas, ubicadas en puntos estratégicos. La reapertura del Artelplex Centro y el espacio que le brinda el MALBA a varios films (muchos de los que fracasan en el circuito comercial, como por ejemplo La antena) son vías posibles para encarar la problemática de la difusión de estas películas. Se hace imprescindible solucionar la situación del Cosmos, ya nos hemos (mal)acostumbrado a leer noticias que revelan el riesgo de su cierre definitivo.

Hubo grandes retornos de aquellos realizadores que ya parecen tener su lugar en la historia del cine. En el caso de Clint Eastwood por partida doble: La conquista del honor y Cartas desde Iwo Jima son dos películas adultas, impecables en su factura técnica y en su rigor narrativo. La despedida de Robert Altman con Noches mágicas de radio fue –merecidamente- celebrada. Altman dejó como testimonio una película sobre el poder del arte para unir las comunidades de los hombres, sobre los cuales el realizador no siempre tuvo una mirada tan amable. Otro ejemplo –pero del viejo continente- es el de Alain Resnais, quien con Corazones ofreció una mirada melancólica sobre la burguesía solitaria de su país. De Europa hay que resaltar también La reina de Stephen Frears, Tiempo de vivir de Francois Ozon, La vida de los otros de Florian Henckel von Donnersmarck, El cantante de Xavier Gianollo, Líbero de Kim Rossi Stuart, El caimán de Nanni Moretti, Flandres de Bruno Dumont, Ficción de Cesc Gay, Libro Negro de Paul Verhoeven, Juegos de amor esquivo de Andel Kechiche, Luces al atardecer de Aki Kaurismaki, y Honor de Cavellería de Albert Serra.

El cine norteamericano también produjo singularidades que ganaron aplausos. Fueron muy bien recibidas las películas de animación Los Simpson y Ratatouille, exponentes de un cine que utiliza las herramientas estéticas a favor de una narración. Cierto cine representado por 300 y Beowulf fue menos tenido en cuenta por, justamente, preponderar la herramienta por encima del placer de un buen relato.

Muy discutidas fueron María Antonieta de Sofía Coppola, La dalia negra de Brian de Palma, y El asesinato de Jesse James por el cobarde de Robert Ford de Andrew Dominik. Estamos frente a tres films ambiciosos, en donde quizás el caso de de Palma sea el más discutible, frente a una carrera de varias obras mayores que deja a su último film en una posición menor.

Recatamos del cine norteamericano del 2007 el cine político de Robert de Niro (El buen pastor) y Tony Gilroy (Michael Clayton). También nos han despertado interés Zodíaco de David Fincher, Bourne: el ultimátum de Paul Greengass, Sicko de Michael Moore, y Desapareció una noche de Ben Affleck, quien nos sorprendió gratamente con su primer largometraje.

Tal vez el cine oriental se vio un poco opacado por la presencia de los films rumanos estrenados. Recordemos que en algún momento se habló de la moda del cine iraní, con Abbas Kiarostami a la cabeza. Si hay algo que caracteriza al cine oriental es la mixtura de géneros, que no siempre arroja resultados parejos, pero que en este caso sí suele hacerlo. Quizás el caso más paradigmático sea el de la genial The Host. Otros casos interesantes son los de Ayer otra vez de Johnnie To y You shoot, de Edmond Pang Ho Cheung. El melodrama oriental quedó un poco relegado, pero tiene un apreciable exponente en la radical Be with me, tamaño ejercicio cinematográfico de Eric Khoo.

Ezequiel Obregón