23 abril, 2007

BALANCE DEL BAFICI

Tras casi dos semanas de intenso cine, culminó el gigante festivalero. Atrás quedaron las colas en búsqueda de una entrada, la agenda sobrecargada de títulos de películas y salas, y alguna que otra noche en Harrods.

Este año se volvió a confirmar que el BAFICI ya es un evento con multitudinario apoyo, que se traduce no sólo en términos cuantitativos, sino también en la exigencia de un público en busca de buen cine. En los primeros años del festival solía abrirse el debate sobre qué era “cine independiente” y qué no lo era. Hoy ese debate ha sido cerrado, y han surgido nuevos interrogantes. Uno de ellos es la pregunta por el destino del denominado Nuevo Cine Argentino, sobre todo desde el año pasado, cuando algunos títulos locales produjeron la sensación de cierto agotamiento, desde las temáticas y los estilos. Este año la representación local ha sido lo suficientemente heterogénea como para dejar la contentos a casi todos. En cuanto al público, esa buena recepción quedó materializada en el Premio –valga la redundancia- del Público, que recayó en Filmatrón, pero que, dada la cercanía de los puntajes, pudo haber sido para por lo menos tres títulos más.

En esta edición la Competencia Internacional fue numerosa: 20 títulos formaron parte de ella. Hubo concenso en la rigurosidad con la que los films fueron seleccionados si bien, como es de suponer, siempre hay títulos que no captan la atención de la mayoría. Si la idea era hacer un panorama de lo que acontece mundialmente, hubo para todos los gustos y el objetivo quedó plenamente cumplido. Hubo films que no fueron premiados pero que demostraron ser valisos, como por ejemplo La marea, How is your fish today?, Liv, La línea recta, Avida, Riza, o Bucarest 12:08. A nadie le hubiera molestado que algunos de los films de esa lista ganara. Las tres representantes locales fueron El asaltante, El desierto negro, y Estrellas, y mostraron que se puede seguir construyendo historias originales y de rigurosa calidad técnica. En el caso de Estrellas (que obtuvo varios premios) quedó bien claro que en cuanto a materia documental se pueden hacer trabajos no convencionales y al mismo tiempo reflexivos.

Los films argentinos en Competencia Nacional refutaron la idea que anunciaba un agotamiento. Casi una metáfora de ello fue la inclusión de UPA!, la gran ganadora. La película tiene imperfecciones, es cierto, pero es innegable que funciona como comedia y que tiene todo el nervio y el entusiasmo que acaparó la atención de la crítica, el jurado, y el público. Realizadores consagrados como Raúl Perrone, Andrés di Tella, y Rafael Fillipeli mostraron muy buenos trabajos y los más nuevos Pablo Parés (Filmatrón) y Matías Piñeiro (El hombre robado) entregaron sólidos films con mucha inventiva y rigor técnico.

El Festival parece haber vuelto a consignas estéticas de la “era Quintín”. Los films sobre música y sexo volvieron, y con todo... Pero lo cierto es que las propuestas de las secciones paralelas más osadas (Tearoom o Shortbus) no decayeron en lo estrictamente cinematográfico. Sigue siendo un defecto la inclusión de tantas retrospectivas, que obliga al espectador a no ver ni dos películas de un mismo cineasta “revisado”. La recuperación de Harrods es otro punto a favor, dado que la selección musical fue variada y de muy buena calidad. Otro notable evento fue la proyección de Brand Upon de Brain, del genial Guy Maddin.

El Festival comenzó con una polémica entre el INCAA y la cabecera del BAFICI. Sólo ese episodio no tuvo olfato a cine, sino a política. Fue la mancha de un evento que resultó pulcro e interesante. Esperemos que el año que viene se haya resuelto.

E.O.

Los premios:
- Mejor Película: “In Between Days”, de So Yong-Kim (Canadá)
- Mejor Director: Hugo Vieira da Silva, por “Body Rice” (Portugal)
- Premio Especial del Jurado: “Estrellas”, de Federico León y Marcos Martínez (Argentina)
- Mejor Actriz: Jiseon Kim por “In Between Days” (Canadá)
- Mejor Actor: Arturo Goetz por “El Asaltante” (Argentina)
Selección Oficial Argentina
- Mejor Película: “UPA! Una Película Argentina”, de Santiago Giralt, Camila Toker y Tamae Garateguy
- Mención Especial: “La León”, de Santiago Otheguy.
- Mejor Director (ex aequo): Rafael Filippelli, por “Música Nocturna”, y Raúl Perrone, por “Canadá”
Selección Oficial de Cortometrajes
- Mejor Cortometraje: “ABC, etc”, de Sergio Subero
- Mención Especial Mejor Cortometraje: “Simpatía”, Galel Maidana
- Mención Especial Mejor Cortometraje: “Ana”, de Gabriela Trettel
Selección Oficial de Derechos Humanos
- Premio a la Mejor Película: “9 Star Hotel”, de Ido Haar (Israel)
Cine del Futuro
- Mejor Película: “El tiempo que se queda”, de José Luis Torres Leiva (Chile)
- Mención Especial del Jurado: “Street Thief”, de Malik Bader (Estados Unidos)
Jurado Fipresci
- Premio a la Mejor Película de la Selección Oficial Internacional: “El telón de azúcar”, de Camila Guzmán Urzúa (Cuba / Francia)
Jurado Signis
- Mejor Película: “The Unpolished”, de Pia Marais (Alemania)
- Mención Especial del Jurado Signis: “Estrellas”, de Federico León y Marcos Martínez (Argentina)
Jurado ADF
- Mejor fotografía a: Jorge Crespo por “El Desierto Negro” (Argentina)
Jurado FEISAL
- Mejor Película: “Estrellas”, de Federico León y Marcos Martínez
- Mención Especial del Jurado: “La León”, de Santiago Otheguy
Jurado ACCA (Asociación de Cronistas Cinematográficos Argentinos)
- Mejor Película Competencia Argentina: “UPA! Una Película Argentina”, de Santiago Giralt, Camila Toker y Tamae Garateguy.
Premio ARGENTORES (Asociación Argentina de Autores)
- Mejor guión de película argentina: “Estrellas”, de Federico León y Marcos Martínez (Argentina)
Premio del Público (Auspiciado por el diario Clarín y Cinecolor)
- Mejor Película; “Filmatrón” de Pablo Parés (Argentina)

La antena, de Esteban Sapir

10 años tuvieron que pasar para que Esteban Sapir diera a conocer su segunda película, luego del estreno de aquel germen experimental que –según muchos- pregonaba lo que más tarde se denominaría el “Nuevo Cine Argentino”. “La antena” reconfirma el talento de Sapir para generar ambientes sugestivos, imágenes potentes, y un rigor técnico que no desentona con tamaña propuesta.

Nuevamente en riguroso blanco y negro, Sapir construye la fábula de una ciudad en la cual los habitantes han perdido la voz y son dominados por una poderosa corporación: “Alimento TV”, a cargo del ambicioso e inescrupuloso “Señor TV”. El siniestro personaje es interpretado por Alejandro Urdapilleta, cuyo histrionismo recuerda al Hitler de Meink Kaft que compuso bajo la dirección de Roberto Villanueva, años atrás.

El ambiente es ominoso y la ciudad remite a los clásicos del expresionismo alemán, sobre todo a Metrópolis de Lang, pero también a los escenarios de Murnau (en especial el de “La última carcajada”) y la imagen fantástica de George Melies. La mayor parte del film no tiene diálogos, y los carteles sobreimpresos que los reemplazan son al mismo tiempo manipulados por los personajes, recurso original que deviene en abuso.

En medio de la opresión aparece un hombre separado de su mujer (Rafael Ferro), cuya hija se involucrará con otro niño carente de ojos, pero que –a diferencia de los demás- puede hablar. Ese don también es un beneficio para su madre (Florencia Raggi) que, si bien tiene el rostro íntegramente tapado, interpreta canciones en un cabaret. La trama integrará a los personajes en la búsqueda de la libertad. El problema comienza cuando el personaje de Ferro recurrirá a su ex mujer, una enfermera interpretada por Julieta Cardinali. Allí el guión se vuelve sumamente previsible, pero la película sigue sorprendiendo a fuerza de su potente estética.

Metáfora de los tiempos actuales, “La antena” por momentos hace un torpe uso de algunos símbolos, como por ejemplo el de la esvástica. Sapir intenta poner de relieve la importancia de la libertad de expresión, tan imprescindible como la facultad de comer, de ver, de sentir. Su film es una invitación al goce de los sentidos, una inusitada experiencia en la cinematografía local. “La antena”, pese a sus defectos, no se parece a nada que hayamos visto por estas tierras. Y eso es mucho.
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E.O.
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La antena (Argentina/2004-2007).
Guión y dirección: Esteban Sapir.
Intérpretes: Rafael Ferro, Florencia Raggi, Alejandro Urdapilleta, Julieta Cardinali, Valeria Bertuccelli, Ricardo Merkin, Carlos Piñeiro, Raúl Hochman, Sol Moreno y Jonathan Sandor. Fotografía: Christian Cottet.
Música: Leo Sujatovich.
Edición: Pablo Barbieri.
Diseño de producción: Daniel Gimelberg.
Duración: 90 minutos.

La Venus de las pieles

La Venus de las Pieles, escrita en 1870, es la obra más conocida de Leopold von Sacher Masoch, padre del masoquismo. Claudio Quinteros ofrece en esta puesta una versión libre con modificaciones surgidas del trabajo con los actores.

Antes de ingresar a la sala es necesario atravesar un pasillo en el que el espectador es sorprendido por un personaje calvo, vestido de negro, sentado al lado de una telaraña encendida apoyada en el suelo. Umbral anticipatorio del espacio lúgubre, extraño y agobiante de las escenas masoquistas.

La obra se desarrolla a partir de la confesión que Leopoldo (Sebastián Duarte) le hace a Severino (Horacio Acosta) sobre la relación con su tía y de la subsiguiente narración de Severino sobre su contrato con Wanda para lo cual contrata una actriz (Carolina Fal).

Poner en escena la obra de Masoch implica aunar el relato de Leopoldo con el presente y el pasado de Severino: una obra de teatro -la actuación del contrato entre Severino y Wanda- dentro de otra obra de teatro –La Venus de las pieles-. Esta situación es resuelta a partir de un telón que separa el marco de la narración de su representación, y a partir de un piano que funciona como unificador de sendos momentos y como “voz narradora” de los diversos estados atravesados por Severino.

Es de destacar la escenografía utilizada en los aposentos de Wanda. Emulando La Venus de Velázquez y escenificando en forma sutil la intimidad de un dormitorio, predominan los colores rojo y ocre de los cortinados que contrastan con la blancura del cuerpo de Carolina Fal. A su vez, en contraposición con los objetos fetichistas-masoquistas se percibe una extraña calidez proveniente del color verde elegido para la pared posterior de la habitación. Por otra parte, la disposición de dos espejos refleja el gusto por las escenas fijas, fotografiadas, presente en las novelas de Masoch. De este modo un halo de suspenso manierista atraviesa la pieza.

A lo largo de la obra Carolina Fal representa el pasaje de mujer idealizada, mujer enamorada a mujer sádica. Junto a la actuación de Horacio Acosta encarnan las últimas palabras de la novela de Masoch: “Por el momento no tenemos más que una alternativa: ser el martillo o el yunque. He sido un asno e hice de mí el esclavo de una mujer. De allí la moraleja de la historia: quien se deja azotar merece ser azotado”.

Agostina Salvaggio.
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Espacio, texto y dirección: Claudio Quinteros.
Actúan: Carolina Fal, Horacio Acosta, Sebastián Duarte, Gabriela Marín, Federico Luján.
Escenografía: Julieta Potenze con la colaboración de Ariel Vaccaro.
El portón de Sánchez: Sánchez de Bustamante 1034.
Teléfono: 4863-2848.Viernes 23.00 hs.

22 abril, 2007

UN ENEMIGO DEL PUEBLO, de Henrik Ibsen.

Editado por primera vez en 1882, este drama realista, uno de los textos canónicos del autor noruego, tuvo en su momento una recepción heterogénea. Se estrenó un año después en el teatro de Cristianía y desde entonces se han hecho innumerables puestas en escena entre las que cabe destacar la de Stanislavski de 1905 y la adaptación de Arthur Miller en 1950. El protagonista, el Dr. Stockmann (Luis Brandoni), descubre que las aguas del balneario, fuente de trabajo para su pueblo y para él mismo, cuya construcción ha apoyado con fervor, están contaminadas y constituyen un serio riesgo para la salud. Se dispone, pues, a denunciar el hecho, reclamando el cierre del establecimiento para que se hagan las reformas necesarias. Su hermano Pedro (Alberto Segado), el alcalde, que ve en la clausura por dos años de esa fuente de ingresos la ruina material del lugar, se convierte en su principal opositor. Poco a poco casi todos los habitantes del pueblo, previendo la pérdida de su bienestar, se ponen también contra él.

La obra presenta a través de la confrontación inicial de los dos hermanos y luego del protagonista con toda la comunidad el debate sobre temas tan vigentes como la corrupción del Estado y el papel de cierto periodismo que, consciente de su poder como creador de opinión, subordina la ética a la conveniencia económica. También resuena con fuerza la cuestión de la contaminación ambiental, que inevitablemente nos remite al conflicto local por la instalación de las papeleras, sin necesidad de que se aluda a ello.

Sergio Renán ha tenido sobre sus hombros la ingente tarea de llevar este clásico a escena y tomado a su cargo diferentes rubros: la sonorización, la musicalización, la dirección general y la adaptación. Traslada la acción a mediados del siglo XX, aunque no es ésa la modificación fundamental. Al eliminar algunos textos de la pieza, que tiene como eje central el debate de ideas, suaviza las partes más urticantes de algunos parlamentos del Dr. Stockmann, aquellos que expresan con más fuerza la aversión de Ibsen al sufragio universal, por ejemplo.

Por otra parte, si las flaquezas del héroe y sus tensiones internas forman parte de su riqueza como personaje, la figura del protagonista, en el que se subraya la defensa de la verdad y el rechazo a cualquier tipo de soborno, sin duda admirables, pierde fuerza en términos dramáticos, al faltarle ciertos matices, suavizados por la eliminación y transformación de algunas de sus intervenciones. Ha desaparecido gran parte de la ambigüedad fundamental de este hombre, quien, rebelándose justamente contra una sociedad ciega y mezquina que no acepta la verdad, se considera un individuo superior capaz de desafiarlos a todos y de llevar a cabo solo la reforma moral del pueblo. Así, se erige con soberbia en el único hombre irreprochable y se instala con orgullo en una actitud intolerante y despectiva que no le permite ver que el pueblo, más allá de su acomodaticia ética burguesa, está naturalmente preocupado por su subsistencia. De este modo, el romántico idealismo del Dr. Stockmann provoca su ruina y la de su familia y no le permite ver su falta de flexibilidad a la hora de buscar una solución para el problema que se ha generado a partir de su descubrimiento, solución que no puede limitarse a la educación de las próximas generaciones.

En cuanto a los espacios, en el texto, el salón de la familia Stockmann, escenario predominante de los hechos, es modesto y acogedor, lo que no se evidencia en la escenografía, aunque sí queda expresado en la acción y las actuaciones. Sí resulta más adecuada la del periódico “La voz del pueblo”, sombría y desagradable, en tanto no del todo justificada la decisión de correr la acción de la casa del capitán al puerto, aunque la escena del debate sea por sí misma potente. Lo más cuestionable parece el operístico ascenso del salón para el final, que resulta opuesto a la caída del protagonista, que se refugia en una nueva utopía, atrincherado en su hogar.

Cabe señalar, por otro lado, que la pieza va ganando fuerza y ritmo a medida que avanza. Se destacan la gracia de Pepe Novoa, el curtidor Morten Küll – el único que puede justificar la idea inicial del autor considerar “comedia” a esta pieza – y las labores de Stella Galazzi como Catalina y de Horacio Peña en la piel de Hovstad.

Clara Ibarzábal


Autor: Henrik Ibsen
Actúan: (por orden de aparición) Pepe Novoa, Sergio Boris, Stella Galazzi, AlbertoSegado, Horacio Peña, Luis Brandoni, Marcos Woinski,Valentino Alonso, Kevin Melnizky,Nicolás Rodríguez Ciotti, Lucas Krourel, Petra, Julieta Zylberberg, Daniel Tedeschi, Montenegro, Pablo Rinaldi, Mario Fromenteze, Nora Edvard, Julia Hedving Lorena Vega, Maia Francia, Gabriel Conlazo, Luciano Linardi, Héctor Nogués, Pablo Alvarenga, Juan Manuel Fernández, María Celeste Gérez, Manuel Novoa, Mariano Fernández, Patricia Becker, Marina Cohen, Andrés Martínez, Zulema Caldas, Jorge Velurtas, Eduardo Silva Correa, Leonardo Méndez .
Coordinación de producción René Aure
Asistencia de dirección Ticiana Tomasi, Silvia Contreras
Asistencia de vestuario Sofía Di Nunzio
Asistencia de iluminación Florencia Martínez Bengolea
Musicalización y sonorización Sergio Renán
Vestuario Mini Zuccheri
Iluminación Eli Sirlin
Escenografía Graciela Galán
Adaptación y dirección Sergio Renán
Agradecimiento: Angelo Milano
Duración: 120 minutos, con intervalo

Teatro San Martín
Sala Martín Coronado
De miércoles a domingos a las 20.
Platea: $20- Pullman: $ 15
Miércoles, entrada general: $10

SEGOVIA (O DE LA POESÍA)

“El vino, como la muerte, iguala a los hombres”

En la novela Concierto de jazz (2000), el poeta Marcelo Atanassi, mientras escucha solo a los músicos, rememora su relación con Marina, amante del mafioso Fernando Segovia, a quien han dejado maniatado para huir luego de robarle. La siguiente narración de Accame, Segovia o de la poesía (2001) , retoma aquella historia; escrita casi como puro diálogo, parecía destinada de antemano al escenario, de modo que la adaptación difiere poco del relato original y fue hecha por el mismo autor, que siguió también de cerca los ensayos de esta puesta que dirige Villanueva Cosse.

El protagonista es Juan Cízico, amigo de Marcelo, quien le relata en la escena al doble ficcional de Jorge Accame la historia de aquella extraña noche en que recibió la visita del tal Segovia, que andaba tras los pasos de su querida Marina. El criminal y el escritor, naturalmente tenso y alerta frente a este hombre que sabe capaz de todo, acaban conversando acerca de distintos temas, como el amor y la poesía, con la rara sinceridad íntima a la incitan unas cuantas copas de vino. El costado amable del visitante no lo hace menos violento: el dueño de casa se ve envuelto inesperadamente en un ajuste de cuentas, e incluso deseando esa muerte. Un cuarto personaje, Cabido (Martín Coria), guardaespaldas del delincuente, si bien apenas aparece, tiene una breve pero fundamental participación en el epílogo.

Aquí se exponen, ya desde esta estructura en dos planos, las tensiones entre la ficción y la realidad. No sólo se reflexiona explícitamente acerca de la literatura y el ser de los entes que crea la fantasía o se cuestiona lo que ingresa dentro del canon, sino también se habla acerca de los relatos que creamos cotidianamente para darnos a conocer, para escondernos o para ser otros. Al mismo tiempo, ese vínculo casi amistoso que se entabla entre dos personajes tan disímiles, señala la dificultad de catalogar a los seres humanos, que cuando desvelan sus sueños y sus miserias, de pronto, no se reconocen tan lejanos.

La escenografía diseñada por Héctor Calmet, además de bella, intensifica esta perspectiva en estratos que la obra plantea. Por otra parte, la profusión de libros de esta casa impecable subraya la profesión de Juan, un individuo sumergido en el universo de la palabra, que ve interrumpida su pasiva tranquilidad por este hombre que a su modo ha elegido una vida de acción, regida por códigos muy particulares. La luz permite comprender los pasajes de un plano a otro y define los climas. El cuidado vestuario se adecua al caracteres. Los actores se ven cómodos en sus papeles; Pasik sabe decir con sencillez las líneas más arduas, en tanto Grimau compone un Segovia que ha hecho de sí mismo un personaje algo teatral. Villanueva Cosse se maneja con soltura en la piel del Accame dramaturgo-confidente, sorprendido por su misma creación y Martín Coria saca el jugo a un papel breve.

La pieza se acerca, es cierto, a una cuestión que no es novedosa; tampoco la estructura dramática o la puesta deparan sorpresas formales, no reside allí el atractivo de “Segovia (o de la poesía)”. Lo interesante es que, por la vía del humor y de cierto tono ligero, sin declamaciones retóricas, todo este planteo se le presenta en su riqueza al espectador, que puede leer la pieza en extensión o en profundidad, mientras disfruta de esa relación que se va tejiendo entre Segovia y Juan Cízico, quien a su vez tiene por confidente a Jorge Accame, “su” autor, encarnado por Villanueva Cosse, a la vez director de la pieza. Como receptores últimos, advertimos el juego de cajas chinas que pueden diluirse, como sucede con la representación una vez que termina. O tal vez no.

Clara Ibarzábal

Autor: Jorge Accame
Actores: Villanueva Cosse, Martín Coria , Antonio Grimau, Mario Pasik
Vestuario: Alfredo Bologna, Carmen Bologna
Escenografía: Héctor Calmet
Iluminación: Héctor Calmet, Miguel Morales
Dirección: Villanueva Cosse

TEATRO SARMIENTO
Dirección: Av. Sarmiento 2715 (Plaza Italia)
Teléfono: 4808-9479
Entrada: $15,00 - domingo, jueves, viernes y sábado - 21:00 hs
Entrada: $8,00 - miércoles - 21:00 hs

12 abril, 2007

Películas argentinas en el BAFICI (tercer informe)

Se acerca el final del festival y aún resta la llegada de algunas esperadas películas que ya tuvieron un importante recorrido por otros festivales, tal es el caso de Corazones, del director de Hiroshima mon amour Alain Resnais (premio al mejor director en Venecia), O ceu de Suely, de Karim Ainouz, Still Life de Jia Zhang-ke (Mejor Película en San Sebastián), y Juventud en marcha, del portugués Pedro Costa cuyo estreno mundial fue en el último Cannes.
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Como estamos en el tramo final algunas películas ya no se exhibirán. Pero ese no es el caso de “Estrellas”, último de los tres filmes argentinos en Competencia Internacional. Esta vez el director Federico León co-dirije en compañía de Marcos Martínez un documental que presenta a un particular personaje: Julio Arrieta, representate artístico de los habitantes de una villa. Lo más interesante de “Estrellas” es la cercanía con la que muestra un personaje tan llamativo mientras hace visible a su entorno. Arrieta pone de manifiesto su visión sobre la particularidad de los cuerpos de la villa y la condición del actor –como él mismo lo dice- “con portación de cara”. Finalmente, el documental tiene un gran humor que no distrae al espectador, sino que lo conduce a reflexionar más sobre lo que está viendo. Se verá por última vez el viernes 13 a las 20:15 en el Atlas Santa Fé 2.

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Libre de todo humor, “La león” es la ópera prima de Santiago Otheguy, fotógrafo de “Nordeste” de Juan Solanas. Seco, subyugante por sus imágenes rescatadas en alta definición y en blanco y negro, el film de Otheguy se fascina por Alvaro, isleño gay de pocas palabras que pasa sus días recolectando troncos junto a otros trabajadores. El film apunta a la mirada, la del protagonista (Juan Román) y la de los otros, como metáfora de lo no-dicho que a la vez reprime y distancia. En ese clima ominoso Alvaro entabla una conflictiva relación con El turu, un personaje homofóbico y racista interpretado por Daniel Valenzuela. Notables ambos actores.
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También fueron muy bien recibidas “El asaltante”, “Las mantenidas sin sueños”, “Las vidas posibles”, y “Filmatrón”. El primer caso se trata de la ópera prima de Pablo Fendrik y muestra el día de un hombre de mediana edad (notable Arturo Goetz) que se presenta de manera pulcra y amena en colegios privados para abonar cuotas atrasadas. Pero nada de eso ocurre, porque el hombre se dispone a asaltar y llevarse la “caja chica”. Fendrik le impone al relato todo el nervio posible, con virtuosos planos secuencia que recuerdan a la filmografía de los hermanos Dardenne. Todo lo que sabemos es lo que percibe el extraño asaltante, y en tiempo real, lo que duplica la ansiedad del espectador. El final guarda una sorpresa. De lo mejor de la competencia.

Fuera de competencia se vieron las películas de Vera Fogwill (Las matenidas...) y Sandra Gugliotta (Las vidas posibles). De la película de Fogwill no diremos nada, porque se estrenará en apenas dos semanas. Gugliotta presentó en la sección Noches Especiales su segundo film (el primero había sido Un día de suerte), una metáfora de la soledad y la fugacidad del deseo. A diferencia de su opus 1, aquí lo que no abundan son las palabras. Las miradas, el detenimiento de los gestos o el rictus de los labios, ese tipo de detalles, son los que utiliza la directora para contar la historia de una mujer que pierde el contacto con su marido de manera súbita. Dispuesta a encontrarlo parte al sur, el lugar en donde el hombre iba a hacer negocios. Allí encuentra a su doble (o tal vez no), con una vida establecida hace años. El tono del film remite a David Lynch, con una banda sonora que alterna graves y agudos y una notable fotografía que impregna a cada espacio de colores ocre. Los paisajes patagónicos remarcan esa sensación de soledad y oprobio en este film que nos recuerda a Bajo la arena, de Francois Ozon. Excelentes actuaciones de Germán Palacios, Ana Celentano, y (toda una revelación) Natalia Oreiro.

Las vidas posibles produjo una sensanción de angustia que fue necesario contrarrestar viendo Filmatrón, un delirio con la firma de Pablo Parés y toda la inventiva de Farsa Producciones. Retomando la idea argumental de 1984 de Orwell, el film en Competencia Argentina muestra a una sociedad totalmente manipulada por un gobierno que impone un único canal oficial. Un joven que escapa de esa abulia produciendo historietas decide realizar su propia película. De esta manera se enfrenta al gobierno, que promueve un “concurso de films” para dar una sensación de democracia que en la realidad no se cumple. Con elementos “caseros”, Filmatrón explota al máximo las posibilidades de la imagen mediante una estética de comic y cine clase b, ingeniosas secuencias, humor, y muchísima originalidad. Y lo hace a través de una clara metáfora de la sociedad en la que vivimos. Cierta ambiguedad del final produce en el espectador una bienvenidad invitación a la reflexión. Filmatrón se verá nuevamente el viernes 13 a las 00:15 en el Hoyts 8 y el sábado 14 a las 18:30 en el Atlas General Paz 5.

Otra verdadera experiencia cinematrográfica fue la que vivimos al ver “Brand Upon the Brain”, de Guy Maddin. “Experiencia” es la mejor palabra que encuentro para clasificar a “Marcas en el cerebro” (título original). Narrada como una película muda del expresinismo alemán, Maddin incluyó además una narración en vivo a cargo de Geraldine Chaplin (justamente ovacionada, antes y después del espectáculo), tres hombres vestidos con guardapolvo blanco (como si estuvieran en un laboratorio) que producían con diversos instrumentos los sonidos del film, y un castratti que entonó algunas bellas canciones. Semejante puesta fue la necesaria para enaltecer este film oscuro, inquietante, matizado con algunos toques de humor, que cuenta la historia de un joven llamado Guy Maddin en una lejana isla. Allí sus padres dirigen un perverso orfanato. El padre utiliza a los niños para extraer una hormona que lo mantiene joven, al tiempo que realiza extraños experimentos. Los primeros planos remarcan todo el pathos de los personajes. Experiencia visual inusual, sin lugar a dudas uno de los acontecimientos de este BAFICI que ingresó en su recta final.

E.O.

08 abril, 2007

Cobertura BAFICI (Segunda parte)

Avanzan los días y, como es de esperar, el ritmo festivalero se torna más frenético. A las películas en Competencia Internacional se suman algunos títulos a tener en cuenta, pero como es sabido, en las secciones paralelas se pueden encontrar algunas joyas. Tal es el caso del documental "Forever", obra de la realizadora Heddy Honigmann que transcurre mayormente en el cementerio de Pere-Lachaise. Paradójicamente el film no trata sobre la muerte, sino sobre el arte como herencia vital. La película ingresa (jamás se inmiscuye) en las emociones e historias de quienes visitan a sus seres queridos, no sólo familiares, sino también artistas de la talla de Balzac, Jim Morrison, Oscar Wilde, entre muchos otros. La cámara se desplaza entre la monumentalidad del cementerio, las emociones de quienes transitan por sus pasillos, y los artistas ausentes, que reviven en el recuerdo de un diálogo amable, una enternecedora confesión, o la lectura de un poema o una bella canción. Imperdible, Forever se repite el miércoles 11 a las 16:15 en el Hoyts 11 y el domingo 15 a las 13 en el Atlas General Paz 6.
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Otra grata sorpresa fue Extranjera, adaptación de Ifigenia en Aulide dirigida por Inés de Oliveira César (Como pasan las horas). Utilizando la sofisticación de la imagen de alta definición, la realizadora presenta un film más pensado como un "entramado" y no tanto como una historia propiamente dicha. Los potentes personajes trágicos le permitieron a de Oliveira César alcanzar una estructura minimalista, hecha de encuentros y desencuentros entre los mismos. El resultado es una obra difícil de deconstruir, que enaltece los conflictos del destierro, el poder sobre los hijos y el autoritarismo, pero a través de imágenes despojadas.
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También compite La marea, una producción belga filmada por el argentino Diego Martínez Vignatti, rodada en Claromecó con actores locales. Vignatti fue el fotógrafo de Japón y Batalla en el cielo, ambas del mexicano Carlos Reygadas. Las imágenes de su film, tan sugestivas y estilizadas, reflejan el duelo de una mujer que perdió a su marido y a su hijo en un accidente de tránsito. Luego de aquel episodio se refugia en un pueblo costero. La película tiene un tempo lento, contemplativo, que se detiene en las acciones más elementales de la mujer y en su visceral angustia. De tono y tema similar a “Nacido y Criado” de Pablo Trapero, La marea es un film muy emotivo que puede ser demasiado “cerrado” para un público que busca un cine más narrativo. Se exhibirá el martes 10 a las 15:30 en el Atlas Santa Fé 1.
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Hace un par de días se pudo ver “UPA!, una película argentina”, dirigida por Santiago Giralt, Camila Toker y Tamae Garateguy. El film remite a la estética del dogma, rodado en video y mini dv, con un montaje abrupto y cámara
en mano. Haciendo uso de un humor inédito para el cine argentino, UPA! es una visión satírica acerca de los pormenores de un director (Giralt) que busca financiar su primera película, llamada Tandil / Tromso. Esa película no es otra cosa que el paroxismo del denominado “Nuevo Cine Argentino”: monocorde, lento, y con diálogos extra cotidianos. Usando el proyecto de film como excusa, los directores ponen su mirada cómica sobre un modelo de financiación que cuestionan. El film no está libre de momentos dramáticos, que lejos de contrarrestrar el peso del humor lo potencian. Algunas secuencias son desopilantes, como el encuentro del director y la productora con Gloria Carrá, sugerida por uno de los financistas del film "porque es famosa". UPA! mantiene su interés hasta el final, pero en algunas escenas la desprolijidad “buscada” pierde su carácter no arbitrario, debilitando el conjunto del film. La última oportunidad para verla será el martes 10 a las 20, en el Atlas General Paz 5.
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Otra película para tener en cuenta a la hora de programar las funciones es Liv, tan corta como intensa. El film (que representa a Dinamarca) es un condensado drama de una hora que toca un tema clásico de manera convicente y atrapante. En plena navidad una madre separada llega con un pasante de la empresa en la que trabaja al hogar, compartido con sus dos hijos adolescentes. El hombre en cuestión es mucho menor que ella, y durante su breve estadía pondrá aún más en evidencia la disfuncionalidad de la familia, marcada por la ausencia de la autoridad paterna y la necedad de la madre ante el paso del tiempo. La bella Liv ingresará en un juego de seducción que la enfrenta a su madre teniendo como testigo a su hermano, en apariencias indiferente. Concisa y sólida actoralmente, vale la pena verla. Se exhibe el lunes 9 a las 17:45 en el Hoyts 10 y el martes 10 a las 11:30 en el Hoyts 12.
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Fuera de competencia recomendamos Yella, película alemana con una notable actuación de su protagonista: Nina Hoss (premio a la mejor actriz en la Berlinale). Yella es una joven de expresión lacónica que abandona su pueblo natal para tomar un atractivo puesto de trabajo en la ciudad. Su porvenir se ve alterado por culpa de su ex marido, que se niega a ser ignorado. El film ingresa a un terreno fantástico, matizado por el realismo puesto en la mirada sobre el mundo de las finanzas, tan lúgubre como lo que en apariencias no es real. Si bien el final es previsible, la actuación de Hoss y la sugestión de los climas convierten a Yella en una película recomendable. Yella se proyectará el miércoles 11 a las 23:15 en el Hoyts 12.
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Para los amantes del cine de Francois Ozon, se proyecta Un lever de rideau. La oportunidad para verlo es ahora, dado que por ser un mediometraje su distribución en salas comerciales es poco probable. Con un tono que remite a los films de Jacques Rivette, la acción trascurre en un departamento en donde se encuentra Bruno con su novia. Se trata de una adaptación de la obra Un incompris, de Henry de Montherlant. La relación de la joven pareja se asoma al avismo ante la impaciencia de él por la impuntualidad de ella. Como contrapunto, la presencia de un amigo pone en superficie los pensamientos de ambos. Con un epílogo que funciona como síntesis, el film podrá volver a verse el sábado 14 a las 18:45 en el Hoyts 8.

06 abril, 2007

Arrancó el BAFICI

Si Mar del Plata había terminado con cierto aroma a escándalo (ver cobertura en el archivo), el Festival de Cine Independiente de Buenos Aires no podía comenzar de otra forma. Y, claro está, todo se conecta. Para no redundar en el tema, finalmente el INCAA entregó 350.000 pesos al Festival Porteño, pocas horas antes de su comienzo. Esto llevó a la re-edición del catálogo del festival, dado que el original advertía en palabras de Martín Fernando Peña (director artístico del evento) la falta de apoyo financiero. Se deducen cuestiones políticas muy ajenas a lo estrictamente cinematográfico.
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Luego de la proyección de Bamako (film del realzador Adberrahmane Sissako) en el Teatro Opera, se dio paso a la fiesta de apertura en un espacio que se integra al BAFICI: Harrods. Conocer este lugar fue una grata sorpresa, dado que el lugar es lo suficientemente agradable y amplio para albergar a una atractiva selección de recitales que incluye a Nacho Vegas (Viernes 6), Yann Tierse (el musicalizador de Amelie, el domingo 8), Babasónicos (miércoles 11) y Juana Molina (jueves 12), entre otros. La entrada es libre y gratuita y en todos los casos a las 22 horas.
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Este año, además de las clásicas competencias Internacional y Argentina, la sección Cine del Futuro es también competitiva. En estas tres primeras jornadas aún no se han proyectado películas nacionales en competencia.
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Hemos visto El Otro, de Ariel Rotter, ganadora del Premio Especial del Jurado y del Premio al Mejor Actor en Berlín. El film se estrenará en pocos días. Cuando se estrene publicaremos la entrevista que le realizamos a su protagonista, Julio Chávez. En principio, podemos adelantar que el film fue muy bien recibido.
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La Competencia Internacional entregó algunos títulos a tener en cuenta. "In between Days" es una emotiva ópera prima que narra la desazón de su protagonista, una adolescente coreana que vive en Canadá. Su melancolía no sólo remite a su condición de extranjera sino también a la ausencia de su padre. Sólo una inmadura relación con otro joven coreano la puede sacar de la abulia en la que vive, al tiempo que sus sentimientos se hacen cada vez más complejos. Con un registro minimalista y bien cercano a la percepción del personaje principal, "In betweem days" merece ser vista. Se volverá a exibir el sábado 7 a las 13 hs., en el Hoyts 9.
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Otras películas en Competencia Internacional son AFR y Riza. La primera es un falso documental que tergiversa la vida del primer ministro danés Anders Fogh Rasnussen. El director utiliza archivos y entrevistas realizadas por él mismo (para luego ser manipuladas) y muestra el hipotético asesinato de Rasnussen a manos de un ex amante anarquista. El film es una reflexión sobre los juegos de la política, el actual estado de la derecha y la izquierda, y la relacón entre lo público y lo privado. Ya había sido premiado en Rotterdam. La segunda es el descarnado relato de la vida un turco (Riza), que está anclado en una crisis afectiva y económica. El realizador Tayfun Pirselimoglu utiliza planos muertos para transmitir su desesperación silenciosa. La frágil interioridad de Riza es a la vez el reflejo de una sociedad corrompida. La inteligente elección del director de escapar a una mirada moralista hace de este film una obra convincente y madura. AFR se verá el sábado 7 a las 15 en el Atlas Santa Fé 1, y Riza el mismo sábado a las 11:30 en el Hoyts 6 y el lunes 9 a las 17:00 en el Atlas Santa Fé 1.
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Menos interesantes me han resultado Noise y la estadounidense Old Joy. El primer caso se trata de un policial australiano sobre un peligroso asesino. El personaje en cuestión conecta las vidas de un policía que sufre de un trastorno auditivo y una joven que tuvo contacto con él en la escena de un crimen masivo. El maniqueo tratamiento de los personaje y la inverosimilitud de los diálogos hacen de "Noise" una propuesta aburrida y poco apreciable en un festival que privilegia el riesgo artístico. Old Joy es un ejemplo del denominado cine "Indie". Muestra (dado que lo que narra es simplísimo) la relación entre dos amigos que pasan un día de campamento en el bosque. Entre ambos se sucederán diálogos que ponen de manifiesto el idealismo perdido. El film es súmamente sugestivo, pero no asume el compromiso de decir algo interesante con esa sugestión.
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Algunos films interesantes pueden verse fuera de competencia. Recomendamos las reseñadas del Festival de Mar del Plata "Woman on the Beach", "Honor de Cavallería" y "Syndromes and a Century", la última de Apichatpong Weerasethakul, todo un abonado al BAFICI.
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La nueva sección Noches Especiales entrega 5 films argentinos en una única función nocturna. Hoy será el turno de Extranjera, adaptación de Ifigenia a cargo de Inés de Oliveira Cesar. Mañana se exhibirá "Agentina latente" en el Hoyts 10 a las 19:15 hs, cerrando la trilogía iniciada por "Memorias del saqueo" y continuada por "La dignidad de los nadies".
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Una de las películas más esperadas del Festival era Shortbus, film del realizador John Cameron Mitchell (Hedwig and the angry inch) que es continuamente reseñado como la "película con sexo explícito". Shortbus es mucho más que eso. Mitchell se mete de lleno en la vida de varios neoyorquinos que tienen conflictos relacionados con el sexo. Una asistente de pareja que no tuvo orgasmos, una pareja gay con problemas de comunicación, una dominadora sexual, y un ex alcalde son alguno de sus personajes. El film es sumamente estilizado y tiene una banda sonora impecable. El sexo explícito va de la mano de la honestidad de la película, que si bien aborda personajes esteriotipados socialmente, felizmente no son mostrados de manera superficial. El humor tiene algo de Sex and the City, y las actuaciones (llevadas a cabo por actores no profesionales) divierten y también conmueven. Una bienvenida rareza que será estrenada comercialmente.
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E.O.
Fotos de arriba hacia abajo:
- El otro.
- In between days.
- Riza.
- Shortbus.

Fallida adaptación

En España el capitán Diego Alatriste es un ícono literario. Surgido de la magistral pluma de Arturo Perez Reverte, la saga de libros sobre este personaje suma varias entregas, además de ser un best-seller. Quienes se entregaron al placer de los libros advierten que lo más notable es la forma en la que Pérez Reverte produce asociaciones entre su historia y la Historia, además de la presentación de una serie de personajes entrañables. Tamaña satisfacción no es reproducida en el film de Agustín Díaz Yanes, una enorme y aburrida película de dos horas y media que no cumple con el principal objetivo de una película que se postula como "de aventuras": entretener.
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El guión –firmado por el mismo realizador- es una síntesis de los cinco primeros tomos de la saga. Tamaña tarea no ha podido eludir los peores lugares comunes de las producciones mainstream de Hollywood. En este caso, es evidente que la factura técnica es tan grande como pretenciosa.
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El relato transcurre durante siglo XVII, cuando "España era el imperio más poderoso del mundo", sentencia la voz en off. En medio de la guerra de Flandes cae uno de los amigos de Alatriste y éste asume el cuidado de Iñigo, hijo del difunto. Hombre parco, valiente, de pocas palabras y un honor inquebrantable, Alatriste afronta no sólo una paternidad no buscada, sino que también sufre (en silencio, a su manera) la imposibilidad de amar abiertamente a María de Castro, una actriz casada con un amigo.
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Diego Alatriste deambula entre sus deseos personajes y su fidelidad a la corte, teniendo problemas en ambos lados. Amparado por el Duque de Guadalmedina (Gustavo Noriega), confrontado con el siniestro Conde Duque de Olivares (Javier Cámarra), el héroe nunca cuestiona el poder Real, aunque sí tenga reparos con el Rey. Esa falta de dualidad en el héroe hace aún menos interesante a la trama. Las escasas escenas de combate no logran generar mayor interés. En cambio, esas largas y monótonas escenas dialogadas son bellamente fotografiadas por Paco Femenía, inspiradas en el Barroco.

Como dato infaltable, todas las críticas han señalado que "Alatriste" es la película Española más cara de la historia...

Ezequiel Obregón

Alatriste (España/2006).
Dirección: Agustín Díaz Yanes.
Intérpretes: Viggo Mortensen, Ariadna Gil, Elena Anaya, Javier Cámara, Eduardo Noriega, Enrico Lo Verso, Juan Echanove, Unax Ugalde, Eduard Fernández, Antonio Dechent, Blanca Portillo.
Guión: Agustín Díaz Yanes, basado en las novelas de Arturo Pérez-Reverte.
Fotografía: Paco Femenía.

Parte del equipo ofreció una conferencia de prensa

Amables, bien predispuestos, cordiales. Así se presentaron el director español Agustín Díaz Yanes, la bella actriz Ariadna Gil, y, por supuesto, Viggo Mortensen. La cita tuvo lugar en un hotel cinco estrellas del microcentro y se extendió durante una hora y media.

Las preguntas de los periodistas fueron principalmente para Mortensen, que de tanto en tanto metía algún bocadillo en referencia a San Lorenzo, partido del que es hincha. "La base estaba", respondió acerca de los motivos que lo llevaron a calzarse el ropaje de Diego Alatriste, emulando al Bambino Vieyra.

Mucho menos solicitados estuvieron Díaz Yanés y Ariadna Gil. El primero resaltó el valor de la fotografía en su película, único aspecto que valoró quien escribe estas líneas (ver la crítica). También manifestó que Alatriste costó "lo menos que pudo haber costado, y lo suficiente", y que la película solamente se iba a realizar si Mortensen aceptaba el papel.

El actor bromeó con todos los periodistas y reveló aspectos de su infancia en Argentina. Contó que una de sus lecturas predilectas era el Martín Fierro y resaltó ciertos valores "gauchescos" que tiene Alatriste. En referencia a su rol en el film, además de su aporte estelar, Mortensen le presentó a Díaz Yanés a un maestro de esgrima que colaboró en la saga del Señor de los anillos.

Las tres personalidades pusieron de relieve el buen ámbito en el que rodaron la película y, tras escucharlos, en verdad se nota.

05 abril, 2007

“Hecho para la ocasión”

Escrita y estrenada en ocasión del centenario del nacimiento de Samuel Beckett en 2006, la obra de Maximiliano de la Puente se sustenta en una lectura más que atenta de los textos del dramaturgo irlandés. El hombre de la cara tapada de Film - la película que protagonizó Buster Keaton – funciona como eje de esta nueva pieza, dividida en cinco escenas,: "Falso Krapp más murmullos", "Film de partida", "Sillas", "Persecución" y "Didascalias". Entre ellas se cuelan tres "videos" representados: "Ojo", "Esteban ante el espejo" y "Paco".

El texto incluye citas beckettiana muy explícitas, como las cintas y las bananas de Krapp, la ceguera "voluntaria", el perro de tres patas de Final de Partida y la reticencia a ayudar, tan violenta como los golpes gratuitos y la tela negra, afines la crueldad de Clov. También se han hilado citas o paráfrasis textuales, ligadas a la vacuidad y la exasperante y risible repetición. Se aprovechan, en ese sentido, las simetrías del espacio para la imitación simiesca y se realizan acciones simultáneas e independientes que obligan a recorrer el espacio devenido escenario de un extremo al otro.

La sala donde se representan los "actos casi sin palabras" ha sido una biblioteca, hoy los estantes permanecen vacíos. La basura qu arrojan los personajes es, significativamente, papel escrito (libros y diarios), lo que no hace más que reforzar la semántica del texto y poner en imagen la enorme desconfianza que Beckett siente ante el lenguaje. Por otra parte, la consola-tramoya está a la vista: todo es teatro. Se hace uso del off grabado y en vivo (el año pasadohabía una cámara-ojo de video a la vista) y se perciben ruidos del exterior. Por momentos los movimientos son bruscos e inesperados, sin causa ni fin. Especialmente intenso es el juego de las sillas arrojadas en escena "como bolas de boliche" que recuerda la escena del gato y el perro en Film. Las imágenes constituyen fragmentos de la obra de un autor que construye en el fragmento.

Los espejos de camarín con sus lamparitas funcionan como ícono o metáfora de todo el espectáculo, pues remiten tanto al predominio de lo visual sobre la palabra, como a la necesidad de desnudar la teatralidad, la cuestión de la mirada (¿qué vemos, qué evitamos ver, somos en tanto somos percibidos?) y el vacío de la repetición. Así, esta puesta significa por sí misma, más allá de los textos que le dieron origen y tiene fuerza propia. El "guión técnico" es muy puntilloso en cuanto a los tiempos de duración de cada situación y movimiento y eso se advierte en la escena, en la que se destaca la precisión del trabajo físico y gestual de los actores y un muy interesante diseño sonoro, que le confiere un ritmo particular a esta obra, a la que no le faltan fino humor ni llamativa actualidad.

Clara Ibarzábal

Sobre textos de Samuel Beckett
Actúaciones: Esteban Bigliardi, Paco Fernández Onnainty, Verónica Hassan, Laura Paredes, Roberto Tomino
Voz en Off: Claudio Pereira
Escenografía: Karina Claramunt
Diseño de luces y video: Lorena Díaz Quiroga
Diseño sonoro: Marcelo Mamany, Ariel Tremari
Video: Lorena Díaz Quiroga
Asistencia de dirección: Leonel Livchits
Producción: Paco Fernández Onnainty
Dramaturgia y dirección: Maximiliano de la Puente

CENTRO CULTURAL RICARDO ROJAS
Dirección: Av. Corrientes 2038
Teléfono: 4954-5521 / 4954-5523 / 4954-5524
www.rojas.uba.ar
Entrada: $10,00 - domingo - 20:00 hs - Hasta el 29/04/2007

01 abril, 2007

CAMINO DEL CIELO (HIMMELWEG)

“Pero ustedes no han venido a hablar de teatro”. No, es cierto.El hecho fue real. Ocurrió en el campo de concentración de Terezin, cerca de Praga; la idea de la farsa que se representó allí fue de Heinrich Himmler, jefe de la SS. El dramaturgo Juan Mayorga decidió ubicar la acción cerca de Berlín al recrearla. Hasta allí llega un delegado de la Cruz Roja, encargado de supervisar el trato a los prisioneros de guerra, a fin de obtener datos para elevar un informe a sus superiores. El extranjero, quien ha venido a documentar el horror para contarlo al mundo, se encuentra - contra lo que suponía - con un alemán ilustrado y gentil que le presenta una ciudad pequeña y apacible, de la que es alcalde Gottfried, uno de los presos judíos y en la que la vida transcurre en cuidada, vigilada, ficticia armonía.

Ése es el punto de partida. Mayorga trabaja como la gota que horada la piedra: la repetición pretende hacernos volver una y otra vez sobre lo acontecido, interminablemente, como el trompo que gira. Esto genera una morosidad que parece no tener sentido ante sucesos conocidos y reflejados muchas veces por los artistas (y no sólo ellos) de forma contundente, desde Terror y miserias del Tercer Reich de Brecht hasta hoy. La montaña de ropa y zapatos sin cordones en el comienzo han servido ya para disparar todas las imágenes que guarda nuestra memoria. Pero no se trata sólo de como rechazo al olvido. El texto no se agota en la presentación del hecho en sí mismo sino que lo muestra también como emblema y como apertura a la reflexión sobre ciertas conductas humanas que se reiteran con variantes, como los malogrados ensayos en la obra, hoy igual que entonces y tienen eco en nuestro pasado reciente. Basta para ello la imagen de la Niña en el río: “No tengas miedo. Uno dos. Sé amable Rebeca saluda a este señor. Uno dos. Sé amable Rebeca. Saluda. A este señor. No tengas. Miedo.”

La pieza del dramaturgo español, quien trabaja mucho con la resemantización de las réplicas según el tono y los contextos e indaga sin maniqueísmo en el punto de vista de los protagonistas - el testigo, el victimario, la víctima - necesitaba un director inteligente que pusiera en cuerpo e imagen la profusión de palabras. Jorge Eines logra que el texto se encarne, pueda “verse” y llegue al espectador. En ese sentido, la introducción de los muñecos refuerza la línea del juego de los poderosos, que convierten a los hombres en piezas de ajedrez descartables y también de quienes se dejan manipular como juguetes e invita a pensar dónde nos ubicamos. Por otro, pone en primer plano la reflexión acerca de la teatralidad, que incluye tanto el embuste premeditado como el autogaño y el trabajo específico del artista en la escena.

El espectáculo se desarrolla con inevitable lentitud, debido a los extensos parlamentos, indicios de que cada uno porta una verdad que no busca enriquecerse ni confrontarse, las repeticiones, y el hecho de que se trata de una obra de situación y de discurso, más allá de los cambios que el director ha introducido con acierto . Gracias a los intérpretes, la letra se vitaliza: Horacio Roca conmueve en la piel del débil delegado quien, de cara al público, reclama su comprensión y Víctor Laplace compone a este comandante refinado y terrible, que mide cada gesto y cada palabra ocultando lo que sabe injustificable. Ricardo Merkin, sin desbordes, muestra las aristas del prisionero tristemente privilegiado, en tanto Martín Slipak (Chico) y Natalia Señorales, la Niña que enseña a nadar a su muñeco, se destacan entre los otros presos.

Jorge Ferrari acierta con el vestuario y con una escenografía en planos que permite observar las acciones de todos los personajes sin distraer. La música de Bernardo Baraj tiene el tono que la situación requiere. La luz se ajusta a esta propuesta de focalización de la mirada, tan central aquí. Se hunden en el oído del espectador las palabras del hombre de la Cruz Roja: “Mi misión era abrir los ojos y mirar.”

Clara Ibarzábal

Autor: Juan Mayorga
Actuaciones: Emiliano Álvarez, Federico Figueroa, Lisette Garcia Grau, Victor Laplace, Renata Marrone, Ricardo Merkin, Eleonora Mónaco, Pablo Razuk, Horacio Roca, Natalia Señorales, Martín Slipak
Coordinación de producción: Rosalía Celentano
Asistentes de dirección: Fabián Barbosa y Silvia Sacco
Asitente de iluminación: Fabio Alfieri
Asistente de escenografía y vestuario: Andrea Mercado
Asistente artístico: Bernardo Cappa
Composición y dirección musical: Bernardo Baraj
Iluminación: Felix Monti
Escenografía y vestuario: Jorge Ferrari
Dirección: Jorge Eines

TEATRO SAN MARTIN
Dirección: Av. Corrientes 1530
Teléfono: 0800-333-5254
www.teatrosanmartin.com.ar
Entrada: $15,00 - domingo - 20:30 hs
Entrada: $8,00 - miércoles - 21:00 hs
Entrada: $15,00 - jueves, viernes y sábado - 21:00 hs