24 marzo, 2007

Un misterioso asesinato en Londres

Después de Match Point se abría un interrogante sobre la carrera del viejo realizador. Su primera película rodada en Inglaterra le había devuelto el prestigio que perdió tras una serie de comedias fallidas que repetían viejas fórmulas. Con Scoop (“primicia” en inglés) Allen retornó a la comedia, pero en este caso los resultados son mejores.

Woody volvió a confiar en Scarlett Johansonn. Aquí la joven actriz explotó su faceta cómica. Hay que decir que logra una buena actuación, aunque haya tenido que afearse. Ella es una joven periodista norteamericana que visita una amiga acomodada. Una noche asisten a un show de magia en donde es solicitada por el mago Splendini (Allen) para desmaterializarse en una caja. Allí dentro el fantasma de otro periodista recientemente fallecido le da la primicia del título: un acaudalado joven interpretado por Hugh Jackman es en verdad un criminal serial que asesina mujeres. La cosa se complica, dado que el asesino es una figura pública con aspiraciones políticas: ¿quién creerá que tras su perfecta sonrisa se esconde un monstruo en potencia?

En Scoop Woody Allen vuelve a copiarse. En el caso de su film anterior, se trataba de una re-elaboración de Crímenes y Pecados. En este caso, es imposible no pensar en Un misterioso asesinato en Manhattan. Viendo Scoop uno tiene la sensación de estar asistiendo a los mismos gags y diálogos chispeantes de toda su filmografía. Pero aún siguen funcionando. Si tomamos los viejos trucos de Splendini como metáfora del film, cuando asistimos a ellos esperamos con asombro que la caja se abra y la mujer no esté allí dentro. Pero al fin de cuentas, sabemos que eso era exactamente lo que iba a pasar. El truco es viejo, pero funciona.

Filmada con la solvencia y la elegancia que ya es esperable en los grandes realizadores, esta comedia de tono agridulce esconde algunas lecturas más profundas. La hipocresía a la orden del día es la que posibilita la intromisión de los hombres “importantes” en las cuestiones privadas, como meros fetichismos. La comicidad de los diálogos está sólo en los buenos de la historia, y eso funciona porque produce una mayor distancia entre el espectador y “el malo”.

Pese a un guión obvio, la dupla Allen-Johansonn es efectiva. La relación entre ambos irá mutando, al punto que el viejo mago aceptará ser el cómplice de la joven. El director se da gustos a la hora de las citas, como cuando remite a Bergman, más precisamente El séptimo sello. Las escenas en el barco comandado por La Muerte son lo más novedoso en un film que no lo es.

E.O.

Scoop (Gran Bretaña-EE.UU)
Dirección y guión: Woody Allen.
Intérpretes: Woody Allen, Hugh Jackman. Scarlett Johansson, Ian McShane.
Fotografía: Remi Adefarasin.
Música: Tchaikovsky, Johann Strauss (h.).
Edición: Alisa Lepselter.
96 minutos.



22 marzo, 2007

Ciudad en Celo, de Hernán Gaffet

“Todos necesitan de alguien”. Ese parece ser el axioma con el cual Hernán Gaffet (realizador de “Oscar Aleman, vida con swing”) concibió el guión de esta comedia generacional, que se mete en un momento de la vida de cuatro amigos que rondan los 40.

Cuando comienza la película cada uno de ellos está en soledad. Sergio, el guionista interpretado por Daniel Kuzniecka, acaba de encontrar a su mujer y a su hermano en la cama matrimonial. No mucho mejor están Marcos (Adrián Navarro) y Valeria (Dolores Solá), también sin pareja y con ánimo decreciente. Mucho menos mejor está Sebastián (Juan Minujín) que mediante un llamado telefónico produce el encuentro de los otros tres amigos, antes de pegarse un tiro.

Así de dramática comienza la primera película de ficción de Gaffet, que conjuga humor negro con el costumbrismo más obvio, y entrega algunas situaciones muy bien resueltas en donde la efectividad de los diálogos es esencial. ¿Por qué Sebastián decidió reencontrarlos antes de matarse? Los tres amigos se hacen esta pregunta, pero la respuesta está allí mismo: en el reencuentro. Tiempo atrás Valeria fue novia del recién difunto, pero también tuvo lo suyo con los otros dos…

El epicentro de la historia es el bar Garllington, uno de esos bares más porteños que los mismos bares porteños, telón de fondo para anécdotas amorosas. Su dueño, Duke (Claudio Rissi) es quien anima el espíritu del bar con su carisma y su oído siempre bien dispuesto. Es allí en donde el realizador se aferra a una estética televisiva de plano y contraplano, pero también es cierto que los diálogos son lo suficientemente cómicos para disminuir ese defecto. El resto del film fluye así: como la sobremesa de un grupo de amigos.

Las situaciones rozan muchas veces lo inverosímil, como los parlamentos de la madre de Sebastián (Betiana Blum) quien tras la muerte de su hijo siente un “despertar sexual” (¡!). Mucho menos creíble es el personaje de Viviana Saccone, mujer golpeada en pleno bar, a la que luego le roban y es defendida por Marcos, para hacia el final del film ser amenazada con un revólver por otro asaltante… Saccone puede sobrellevar la inverosimilitud del guión con una actuación contenida. Tampoco es muy acertada la inclusión de tangos interpretados por Solá, que subrayan situaciones de manera innecesaria.

Pese a sus desaciertos, “Ciudad en Celo” entabla una empatía directa con los espectadores, sobre todo por la dimensión de sus personajes entrañables. El final deja el axioma felizmente resuelto, lo que no significa que sea consecuente con lo que vimos antes.

Ezequiel Obregón

Ciudad en celo
Guión y dirección: Hernán Gaffet.
Dirección de fotografía: Marcelo Camorino.
Montaje: Fernando Pardo.
Música: Xavier Capellas y Acho Estol.
Intérpretes: Daniel Kuzniecka, Adrián Navarro, Dolores Solá, Claudio Rissi, Nuria Gago, Viviana Saccone, Juan Minujín, Julia Calvo, Betiana Blum.

21 marzo, 2007

Festival de Cine de Mar del Plata (Segunda Parte)

Tras 11 días de puro cine, la XXII edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata dejó un puñado de buenas películas y una idea de que las cosas –desde lo organizativo- se habían hecho bien. A último momento se vieron empañados estos logros, debido al maltrato a un crítico de cine (comunicado de la FIPRESCI incluído) y una ceremonia de clausura que –dicen- fue bastante irregular.
La hora de los premios llegó y, tal como adelantamos, las grandes películas aparecieron. En la segunda semana se presentaron en Competencia Oficial la argentina "Ciudad en Celo" (la crítica, aquí arriba) que desencantó a la crítica pero ganó el premio del público. Esto era bastante predecible, teniendo en cuenta las risotadas y el cálido aplauso que le entregó la platea en la primera función en el imponente Auditórium.

No tuvo la misma recepción "Honor de caballería", film del español Albert Serra que se mete como nunca antes con el clásico "Don Quijote". Aquí no hay ni molinos de viento ni Dulcinea del Toboso. Serra entregó un film seco, contemplativo, que sigue minuciosamente los diálogos entre Don Quijote y Sancho Panza. Sin un argumento consistente, el film español presenta una mirada innovadora sobre el gran clásico, muy a la manera de Robert Bresson. Integramente filmada en exteriores, la osadía dividió a la crítica y se llevó una fría respuesta del público, que en gran parte abandonó la sala.

Otro film interesante fue "Como una sombra", ópera prima de la realizadora italiana Marina Spada. La película narra el contacto de una joven estudiante con un profesor de ruso, con el que entabla una relación amorosa. Más tarde se relaciona con su sobrina, una joven con esperanzas de un buen destino en el país europeo. La chica vive algunos días en su casa, pero súbitamente desaparece. Spada cuenta con una mirada femenina, va hacia el detalle. Elige transitar los estados de ánimo de la protagonista desde su percepción, eligiendo el fuera de campo para todos los aspectos que intrigan al personaje y, por ende, a nosotros.

Tanto la australiana Diez canoas como la argelina Bled Number One fueron valoradas, pero sin lugar a dudas luego de la proyección de "Ficción" del español Cesc Gay (Krampack, En la ciudad) quedó claro que el film no se podía ir con las manos vacías. Aquí Gay se mete en la vida de un director de cine (como los otros directores en La peli o Woman on the beach, ¿decisión del Festival?) que escapa de la ciudad para refugiarse junto a unos amigos en un pueblo montañés. Allí surge, de a poco pero de forma consistente, un enamoramiento hacia Mónica, una violinista amiga que acaba de adoptar una niña. La manera en la que se cuenta la relación entre ambos es detallista pero no artificial. El devenir de la relación le permite a Gay que los actores se luzcan, ya sea a través de los diálogos (que ponen en evidencia las problemática de los de cuarenta) o de los silencios. Merecido Astor de Oro.
El premio especial del jurado recayó sobre Jardines en otoño, magnífica comedia negra dirigida por el realizador georgiano Ottar Ioseliani, de quien hace unos años se hizo una completa retrospectiva en el festival porteño.

Muchos de los grandes films que pasaron por Mar del Plata tendrán su lugar en la programación del BAFICI, que ensinapsis cubrirá.

Este es el último año de Miguel Pereira como director artístico. Tras cinco años de ser la cabeza del festival, el mismo pudo recuperar identidad, mejorar la calidad de su Competencia Oficial, y superar los baches organizativos de años anteriores. Las salas estuvieron repletas y los horarios de programación se cumplieron. Si bien no hubo grandes estrellas, el público agradeció las master class de Mario Monicelli o Charles Brunett, figuras indiscutidas del cine. El club del espectador resultó un interesante puente entre la crítica y el público, y merece futuras ediciones. Las paralelas "Cerca de lo Oscuro" y "Vitrina argentina" demostraron solidez, y fue bienvenida la inclusión de una Competencia Latinoamericana, que dejó como ganador del premio Che Guevara a Nicolás Prividera, realizador del documental M, que se llevó la valiosa cifra de 50.000 dólares.

En la ceremonia de Clausura la distribuidora 791 Cine debía entregar el premio a la innovación artística. Se había decidido que el crítico Quintín (actual colaborador del diario Perfil, ex director del BAFICI y El Amante Cine) fuera la persona que entregue el premio. Una llamada telefónica del INCAA lo prohibió, y posteriormente la FIPRESCI (Federación de Prensa Cinematográfica) emitió un comunicado advirtiendo sobre otros malos tratos del INCAA. El organismo comunicó: "Varios hechos sucedidos en los últimos días, que involucran directamente a las máximas autoridades del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, nos causan enorme preocupación. Especialmente porque atacan la libertad de expresión y el fomento del cine nacional, a los que por ley el INCAA está comprometido a defender". Uno de esos hechos es la decisión del INCAA de quitarle el apoyo financiero al BAFICI, algo que fue comentado en la conferencia de prensa del festival, el pasado 16 de marzo.

Astor de Oro al mejor largometraje: Ficción, de Cesc Gay
Premio Especial del Jurado: Jardins en automne, de Otar Iosseliani
Astor de Plata al mejor director: Marina Spada (Come l'ombra) y Hong Sang-Soo (Woman on the Beach)
Astor de Plata a la mejor actriz: Sandra Hüller (Madonnas)
Astor de Plata al mejor actor: Carlos Resta (La peli)
Astor de Plata al mejor guión: Zaza Rusadze y Dito Tsintsadze (The Man from the Embassy)
Mención especial: O maior amor do mundo, de Carlos Diegues.
Competencia Latinoamericana
Premio Che Guevara al Mejor Film: M, de Nicolás Prividera.
Menciones Especiales: El cielo de Suely, de Karim Ainouz (Brasil); y Tierra roja, de Ramiro Gómez (Paraguay)
Premio FIPRESCI Mejor Película Competencia Latinoamericana: M, de Nicolás Prividera
Premio FIPRESCI Mejor Película de América Latina 2006: El cielo de Suely, de Karim Ainouz (Brasil)
Premio Signis: Ficción, de Cesc Gay (España)
Premio de la Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina al Mejor Largometraje de la Competencia Oficial: El hombre de la embajada, de Dito Tsintsadze (Alemania)
Mención Especial de la Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina: Ciudad en Celo (Argentina)

LA CASA ALBA O LA OTRA ORILLA DEL MAR

Escrita en 1936, La casa de Bernarda Alba, la última obra de Federico García Lorca, que el poeta no llegó a ver sobre las tablas, refleja el drama de las mujeres solas en los pueblos de España. "El poeta advierte que estos tres actos tienen la intención de un documental fotográfico", dice el autor. La fábula está tomada, según contó en alguna ocasión, de la historia de una familia vecina – la de las Alba - a la que Federico se dedicó a espiar para luego volcarla en el papel, con llamativa fidelidad a los hechos reales. Con su talento, transformó aquella anécdota en un drama de enorme potencia, cargado de pasión y de poesía. Ha desaparecido en esta versión la Criada, al igual que los personajes incidentales, de modo que quede la médula de la intriga. Apenas se han eliminado algunos fragmentos del texto; permanece intocada la voz del poeta.

Se oye a lo lejos el sonido de las olas. La Poncia presenta la situación tras la muerte del segundo marido de Bernarda. Los espectadores bajan entonces las escaleras y se sientan en torno al círculo de sal que representa el límite infranqueable de las paredes de la casa que esta madre gobierna como una déspota egoísta y altiva. Dentro, cercadas, quedan las mujeres de luto, con las cabezas cubiertas, rodeadas de recipientes llenos de aquella agua de la que ellas desean beber en el calor del verano, sin poder calmar ese deseo. Los hombres, la libertad, la vida están en la orilla y ellas no pueden salir: el mar se les escapa.

Lo saliente de la puesta es la concepción del espacio escénico, tan plástico como significativo, en el que los cuerpos se mueven contenidos y elegantes, intencionalmente juntos, inseparables, asfixiándose unos a otros.La luz blanca construye sombras en el espacio, donde la única que lleva la cabellera suelta es María Josefa, quien encarna y expresa los anhelos y pasiones escondidos en los pechos jóvenes que callan.

Edgardo Dib se ciñe a la tragedia, no hay lugar aquí para la distensión en ese redondel de encierro infinito, donde se hace imposible respirar. Los abanicos apenas proporcionan aire y se transforman en ajuar y en ritmo cuando hace falta. Habrá pocos elementos más: un banco y el collar de perlas de la abuela. El marco sonoro refuerza con sutileza el clima oscuro, que sugiere un desenlace funesto. Con eso –con esa difícil sencillez- basta para convertir en imagen los símbolos que Federico García Lorca ha puesto de relieve, incluido el verde vital de Adela, la hija rebelde, loca de amor, la única que desafía el poder de una madre ciega de soberbia.

Clara Ibarzábal

Sobre textos de: Federico Garcia Lorca
Actuaciones: Stella Brandolín (Bernarda), Sandra Grandinetti (Angustias), Mariana Gutiérrez (Adela), Araceli Haberland (Amelia), Marta Montero (La Poncia), Liana Muller (María Josefa), Erica Spósito (Matirio) y Julieta Vigo (Magdalena)
Diseño de iluminación: Leandra Rodríguez
Diseño de vestuario, espacio escénico y marco sonoro: Edgardo Dib
Realización de vestuario: Susana Sánchez
Realización de sonido: Martín Lavini
Foto de gráfica:Hernán Paulos
Fotografía: Leandro Teysseire
Diseño gráfico: Esteban Caffini (www.caffini.net)
Asistencia de dirección: Stella Brandolín y Araceli Haberland
Prensa: Débora Lachter, Luciana Zylberberg
Producción ejecutiva: Luciana Zylberberg
Dirección: Edgardo Dib
www.gdeteatro.blospot.com

LA MANUFACTURA PAPELERA
Dirección: Bolivar 1582
Teléfono: 4307-9167
www.papeleracultural.8m.com
Entrada: $15,00 - viernes - 21:00 hs

14 marzo, 2007

Festival de Cine de Mar del Plata (Primera Parte)

Si hace dos años atrás el Festival arrancó con toda la pompa, conducido por Adrián Suar y Cecilia Roth, televisado, y con alfombra roja, este año demostró ser exactamente lo opuesto. El gran temporal que dejó grandes destrozos en la ciudad balnearia hizo suspender la llegada de la senadora Cristina Fernández de Kirchner e interrumpir el acceso por la alfombra roja. Los discursos fueron pocos y concisos. Hablaron el director del INCAA, Jorge Alvarez, y el director del festival, Miguel Pereyra. El primero admitió el divorcio entre el público y el cine argentino, y llamó a que entre todos trabajemos para aumentar la cantidad de espectadores que consuman cine nacional.

Luego el director iraní Jafar Panahi presentó Offside, película que denuncia la discriminación sobre la mujer a través de la historia de unas jóvenes que se disfrazan de hombres para entrar a ver un importante partido de fútbol. La solidez del elenco y el empleo del humor hacen que Offside denuncie pero lo haga de forma accesible a todo público, pero quizás pierda algo de esa cualidad por abusar de la cantidad de metraje. Luego se hizo una fiesta de apertura bastante amena y ciertamente deliciosa.

A mitad del evento

Las primeras jornadas del festival permiten arrojar algunas observaciones. Aún no se conocieron la totalidad de películas en Competencia Oficial Internacional, pero los resultados que arrojan alguna de ellas dejan bastante que desear. Hasta ahora muy pocas películas encuentran consenso crítico. Ni por casualidad se asoma una obra maestra.

A este cronista le gustó mucho “El hombre de la embajada”. Narra el encuentro de un diplomático con un chico de (al comienzo del film) indeterminada sexualidad. El hombre cuidará de él en medio de un clima hostil, pero ni bien comience a asomarse el fantasma de la pedofilia la relación será más ambigua. La misma construcción del film lo es, y no sería imprudente que se llevase el premio al Mejor Guión.

La película del realizador Santiago Amigorena “Algunos días en septiembre” retoma a la distancia el atentado del 11/9. Juliette Binoche (su esposa en la vida real) encarna a la colaboradora de un espía norteamericano que debe proteger a sus hijos de un asesino a sueldo, un extraño personaje que se psicoanaliza telefónicamente. La excelente fotografía y el interesante juego actoral que surge entre Binoche y los dos chicos no convenció mucho a la crítica, que consideró a este film como “convencional”.

Ni la brasilera “El mayor amor del mundo” ni la argentina “La peli” fueron muy bien recibidas. En el último caso la decepción fue mayor, no sólo por tratarse de una competidora local. Es de extrañar que Gustavo Postiglione haya perdido la naturalidad con la que dirigió a sus actores en las anteriores “El asadito” y “El cumple”. Hay asuntos inexplicables como el hecho de que un mismo personaje sea interpretado por tres actores distintos. Tampoco ayuda que la trama se desvíe del conflicto inicial, que es la separación de un director de cine. Se mezclarán la pobreza de los actores de su film, amores pasajeros, y conflictos más internos. “La pelí” interesó a los fans de Natalia Oreiro, que tiene un pequeño papel y anduvo por la alfombra roja.

Ni Madonnas ni Khadak ni Shall I Cry tuvieron los laureles de la crítica y el público. Algunos críticos vieron en Madonnas algo de los hermanos Dardenne, en esa puesta que sigue detalladamente a la protagonista en medio de una crisis económica y afectiva. Lo cierto es que la historia de esta persona que al comienzo quiere la custodia de su hija (una entre los tantos que tiene) para al final rechazarla me ha dejado con mucho sueño. Las dos películas restantes ganan en factoría visual, pero desconciertan a más de uno.

“Woman on the beach” me ha resultado muy interesante. La película se centra en la relación entre un obsesivo director de cine y una bella joven. El film tiene la clásica contemplación de los nuevos realizadores orientales, y los diálogos, sutiles, amenos, recuerdan a la filmografía de Eric Rohmer. Esperemos que “Honor de Caballería”, “Ficción”, y “Jardines en otoño” (que han sido elogiadas en otros festivales) levanten el nivel de la Competencia.

Dos a extrañar

Este año dos ausencias se hicieron sentir en Mar del Plata. Una es la sección paralela “La mujer y el cine”. Tras la decisión del director artístico del festival de levantar la sección, un comunicado de Marta Bianchi (directora de la misma) no tardó en llegar. En el documento la actriz manifestaba su descontento y calificaba a la decisión de Pereyra como “misógina”. Lo cierto es que “La mujer y el cine” era una sección ya instaurada, y si hacemos un repaso por su programación encontramos filmes de Claire Dennis, Asia Argento, Susan Seidelman, entre otras notables. Una verdadera pena.

La otra gran ausencia es el diario del festival. La gente se acerca a los stands y curiosea, busca con la mirada, espera. Pero los diarios no llegan. El año anterior había sido particularmente efectivo, con las opiniones de intelectuales reconocidos, varios colores que lo hacían más atractivo, y una agenda que recordaba las actividades del día.

Puntos a favor

Hay dos secciones paralelas que han crecido (no tanto en cantidad, más bien en calidad). Esperemos que no corran la suerte de “La mujer…”. Se trata de “Cerca de lo oscuro” y “Vitrina Argentina”. La primera comenzó hace tres años con temática mayormente de terror. Pero el eje temático se fue desviando hacia otras “oscuridades”, menos evidentes y más sutiles. Este año se destacan dos películas del inclasificable Johnny To. Una es Exiled y la otra es Election 2, producciones que han tenido un recorrido festivalero bastante amplio. Este año se incluyó a la excelente película de animación Princess y a un film de Takashi Miike, un abonado del BAFICI. No sería raro encontrar a cualquiera de estas películas en el festival porteño. Habrá que esperar hasta abril.

“Vitrina Argentina” quedó como vidriera de producciones más austeras que no encuentran lugar ni en la Competencia clásica, ni en la nueva Competencia Latinoamericana, pero que a la vez son innovadoras y ciertamente originales. Han pasado con grandes elogios “Semen”, de Ernesto Baca, y “8 escalas, Julio Boca”. Este crítico se animó a “Snuff 102”, dirigida por Mariano Peralta, quien hace dos años atrás ya había sorprendido con “Supermondo Trasho”. “Snuff 102” narra la investigación de una periodista sobre los denominados snuff, videos de selecta (y perversa) circulación que muestran los asesinatos de seres humanos para ser comercializados. Con un pulso narrativo que no siempre es convincente, Peralta utiliza crudas imágenes de archivo y satura al espectador con imágenes de gran crudeza. La apuesta es fuerte, pero al final del film uno no entiende si la película cede a los convencionalismos del terror para ganar aceptación, o para continuar reflexionando sobre el género. Sobre la relación con los espectadores, dice Peralta: “pienso que apenas les ponés un espejo adelante explotan, no se lo bancan. Y eso me molesta”. En la segunda proyección, el joven director fue atacado físicamente por un espectador intolerante, pero el incidente no pasó a mayor escala.

Películas consagradas

La Selección Oficial fuera de Concurso y la Sección Punto de Vista, que reúne films exhibidos en los principales festivales del mundo, son un claro encuentro entre directores consagrados y el público marplatense. Fuera de competencia son ansiosamente esperados lo nuevo de Apichatpong Weerasethakul, Thai Ming Liang, y Nuri Bilge Ceylan, que seguramente serán estrenados durante el año.

En Punto de Vista ya hemos podido disfrutar de Belle Toujours, del longevo Manoel de Oliveira. Continuación de “Belle de Jour”, el film muestra con elegancia el encuentro de dos personajes del film. Cuesta no ver a Catherine Deneuve, pero de Oliveira logra un universo conciso, inquietante, y seductor en apenas 70 minutos. También se llevaron las palmas “Flandres” de Bruno Dumont (Premio del Jurado en Cannes, de estreno asegurado) y la comedia del inefable Lars Von Traer “El jefe de todo esto”.

Ezequiel Obregón

Fotos (de arriba hacia abajo):
- Jafar Panahi y Miguel Pereyra, en la apertura del festival.
- El hombre de la embajada.
- Woman on the Beach.
- Mariano Peralta, director de "Snuff 102".
- Flandres.

13 marzo, 2007

Un Muscari en estado puro

"Dame Morbo” es un súmun de procedimientos que el director empleó en una ya extensa carrera. Con poco más de 30 años, José María Muscari encontró una singular poética que mezcla humor zafado y ácido, referencias kitch (desde lo dramatúrgico y lo escénico), recurrentes interrupciones en sus espectáculos llevadas a cabo por él mismo, y una sexualidad a flor de piel. “Dame morbo” es un stand up como tantos otros, pero lleva su marca a fuego. Esto pondrá contentos a todos los que apreciaron sus anteriores puestas (sobre todo “Electrashock”, “Catch”, y la más reciente “Cotillón”). Pero irritará a unos cuantos…

Apenas ingresamos nos da la bienvenida el himno de la ama de casa entonado por Ileana Calabró. Muscari mismo alienta a que los espectadores eleven el espíritu festivo. Los tres intérpretes se presentarán se manera bizarra (¿acaso podría ser de otra forma?) contando por qué están allí, enfatizando que ninguno de ellos probó suerte en el teatro oficial. Lo que sigue es una suerte de confesionario actoral en el cual (sin ningún hilo conductor) los actores “reflexionan” sobre su rol de marginales. En el caso de Emiliano Figueredo se cargan tintas sobre su homosexualidad, pero la parodia proviene no sólo de sus compañeras sino también de él mismo, que cuenta historias de lo más subidas de tono.

Así es “Dame morbo”. El espacio mínimo de Belisario potencia su factoría berreta, absurda, lo cual hace más impactante su acidez. El “efecto zapping” permite pasar de una voz a otra de forma abrupta. De todas formas, el espectáculo luce espontáneo, como si no hubiera libreto. Pero hay uno, hecho años atrás con la participación de Bernardo Cappa. Cuesta imaginar esa dupla, siendo evidente que el espectáculo es muscariano de comienzo a fin.

Las anécdotas sexuales se mezclan con referencias a la vida de los actores, los famosos (de esos que aparecen en las revista Paparazzi), y algunas anécdotas escatológicas. Aquel que busque sutilezas, debe saber que esta obra no es para su gusto.

Desprolijo, caótico, zafado. Así es la nueva obra de JMM. Sorprende la entrega de los actores, que se desnudan –metafórica y literalmente- sin complejos, con mucha entrega y credibilidad en el material que les tocó asumir.

E.O.

Dramaturgia: Bernardo Cappa, José María Muscari.
Actúan: Emiliano Figueredo, Paula Schiavon, Natalia Señorales.
Prensa: Carolina Alfonso.
Dirección: José María Muscari.
Teatro Belisario Av. Corrientes 1624
Teléfono: 4373-3465
Entrada: $15,00 - viernes - 23:00 hs
Entrada: $15,00 - sábado - 21:00 hs

"¡ASI ES!... SI ASI TE PARECE", DE LUIGI PIRANDELLO

"¿Qué eres para los demás? ¿Qué eres ante sus ojos? ¡Una imagen, estimado señor, exactamente una imagen en el espejo! Todos llevan un fantasma semejante dentro de sí mismos y se estrujan el cerebro acerca de los fantasmas de los demás..." (Luigi Pirandello)

La acción transcurre en una pequeña ciudad italiana de provincia, en la casa del alcalde Agazzi quien, como su familia y sus vecinos, está obsesionado por develar la verdad sobre la extraña relación que une al Sr. Ponza, su esposa y su suegra. Los entrometidos buscan llegar a la verdad que esconden estos tres seres sufrientes, en tanto Lamberto Laudisi (un excelente trabajo de Jean Pierre Reguerraz), cuñado del intendente, incita a todos –personajes y público – a reflexionar acerca de la posibilidad del conocimiento cierto de la realidad, ya se trate de la vida ajena o del propio yo, si es que existe como tal. Este personaje, el irónico razonador, funciona como portavoz del pensamiento filosófico del autor; plantea que hay una realidad interior y subjetiva frente a la objetiva y aparente única versión posible.

Se trata de una obra de discurso – es decir, cimentada en la palabra- con una estructura tradicional. Gambartes y Giles, los directores, optaron por aligerar el texto de Pirandello de 1917 y quitar algunos personajes secundarios, que están representados por el periodista Cini Lamoglia, sin eliminar la intriga central. Así, por un lado, la puesta gana en concentración y ritmo y por otro, la figura del cronista acentúa otra línea semántica de fuerte actualidad, la de la intromisión en la intimidad del prójimo: en un mundo de apariencias, ante la insatisfacción de la propia vida, hace falta llenar el vacío insmicuyéndose en la de los otros, sin compasión ni respeto al pudor.

El diseño del espacio refuerza la cuestión de la multiplicidad, pues el escenario se encuentra entre las dos plateas enfrentadas, de modo que los espectadores se ven duplicados, al igual que Laudisi en el espejo. Se aprovechan también los pasillos para el desplazamiento de los personajes, generando la sensación de que esos seres de ficción tienen vida más allá de la escena, o al menos, no están tan lejos de nosotros. El piso es un damero que se corresponde con el blanco y negro de la vestimenta de la mayoría de los intérpretes, en un contraste sobrio que es visualmente atractivo y significante.

Dado que se trata de una farsa, los personajes están pues caricaturizados, a excepción de doña Frola, la dulce y compasiva suegra Doña Frola (Juana Hidalgo). Los actores se manejan con soltura en ese registro, dando con el tono justo, sin caer en el grito ni en la exasperación gestual. Cabe destacar la gracia y el trabajo corporal de Mariana Prömmel y Silvia Yori. A Lola Berthet se la ve cómoda, pero no se entiende por qué se ha convertido a Dina en una niña-mujer que seduce con una comicidad burda que nada agrega a la trama. Se desempeñan con solvencia Maximiliano Paz en el papel del alcalde, Jorge Vigetti como el Dr. Sirelli y Pablo Palavecino, el periodista y Luis Solanas, el señor Ponza, confiere emoción a su papel. La música de Diego Vila se adecua a los requerimientos de la puesta y la iluminación de Esteban Lahuerta, que juega con el amarillo más cálido y el blanco azulado, hace que las situaciones no se distancien demasiado del espectador.

Clara Ibarzábal

Autor: Luigi Pirandello
Versión: Betty Gambartes y Alejandro Giles
Actuaciones: Lola Berthet, Verónica Faral, Juana Hidalgo, Pablo Palavecino, Maximiliano Paz, Mariana Prömmel, Jean Pierre Reguerraz, Luis Solanas, Pablo Razuk/Jorge Vigetti y Silvia Yori
Diseño de espacio escénico y vestuario: Gambartes/GilesMúsica: Diego Vila
Iluminación: Esteban G. Lahuerta
Asistencia de realización de escenografía y vestuario: Emilia Escaris Pazos
Producción: El Umbral
Fotografía: Uri Gordon
Asistencia de dirección: Emilia Escaris Pazos
Dirección General: Betty Gambartes, Alejandro Giles
Prensa: Paula Simkin & Daniel Franco
Contacto:teparece@yahoo.com.ar
ANDAMIO ´90
Dirección: Paraná 660
Teléfono: 4373-5670 / 4374-1484
Funciones: sábado - 21:00 hs- domingo - 20:00 hs
Entrada: $25,00 – Estudiantes y jubilados: $ 15

07 marzo, 2007

Comienza el Festival de Cine de Mar del Plata

Mañana comienza esta nueva edición del único festival de cine clase A de América Latina. Apenas una docena de festivales del mundo ostentan ese titulo. Desde hace dos años las normas que rigen este tipo de encuentros se han flexibilizado, haciendo posible una mejor calidad de films en la Competencia Oficial, el foco de atención de cualquier festival. Anteriormente sólo podían entrar en competencia películas inéditas en el circuito de festivales. Mar del Plata cargaba con el peso de estar en medio de Berlín y Cannes, con lo cual veía empobrecida su Competencia. Las nuevas normas permiten que puedan exhibirse films que hayan estado en otros eventos sin haber competido. Esto mejoró la calidad de films que competían por el otrora premio Ombú, desde hace dos ediciones rebautizado premio Astor.
Este año la Competencia está integrada por las películas argentinas "La peli" de Gustavo Postiglione y "Ciudad en celo", de Hernán Gaffet. También integran esta sección "4 elements", "Bled number one", la italiana "Comme l'ombra", la nueva película de Cesc Gay, "Ficción", la muy elogiada "Honor de cavallería", "Jardines en otoño", "Khadak", "Madonnas", "A maior amor do mundo", "Algunos días en septiembre", protagonizada por Juliette Binoche. También integran la selecta lista "¿Debo llorar?", la australiana "Ten canoes", "The man from the embassy", y la ya premiada "Woman on the Beach". Todas ellas serán evaluadas por el jurado integrado por el afroamericano Charles Burnett, el argentino Enrique Piñeyro, la alemana Emily Atef, el coreano Jay Jeón y la productora italiana Adriana Chiesa.
Desde esta edición se incorpora una Competencia Latinoamericana. Su premio es el "Che Guevara" y consta de 50.000 dólares para el ganador. La sección "Vitrina argentina" es una oportunidad para encontrar las nuevas propuestas de los realizadores locales. Otra importante sección paralela es "Punto de vista", que reúne films que han tenido un notable recorrido en otros festivales. Son esperadas "Belle toujours", continuación de "Belle de Jour" a cargo del veterano Manoel de Oliveira; Flandres, la película que ganó en Cannes el Premio especial del Jurado (su director, Bruno Dumont, será uno de los invitados), y "El jefe de todo esto", de Lars Von Trier.
Este año habrá clases magistrales a cargo de los fundadores de Aardman (responsable de "Pollitos en fuga" y "Wallace and Gromit"), el recientemente ganador del Oscar Gustavo Santoalalla, Charles Burnett, Michela Constantino, Vito Zagarrio, y el realizador italiano Mario Monicelli, que presentará su nuevo film dentro de la sección "Italia en foco". Es de extrañar la no inclusión de "La mujer y el cine", sección que se había afianzado a fuerza de una correcta programación.
Ensinapsis cubrirá este año el Festival. Desde la ciudad balnearia los mantendremos informados.

Nuevo film de Francois Ozon

De la filmografía de Ozon (excepto sus dos primeros films, el resto ha sido estrenado en Buenos Aires) se destaca su aproximación hacia el mundo femenino y el empleo de una puesta en escena detallista. En este caso el detenimiento sobre la percepción del personaje principal remite a la atmósfera de "Bajo la arena". No es un hecho casual, dado que el director concibió ambas películas como una trilogía sobre la muerte. Resta esperar la última entrega.

Romain es un fotógrafo de revista de modas que tiene una mirada cínica sobre la vida. Es homosexual, está en pareja, y mantiene una relación cercana, pero a la vez delicada, con su familia. Cuando comienza el film está en medio de una sesión de fotos y tras un desmayo asiste al médico para saber qué le pasa. El diagnóstico es un tumor maligno, y las probabilidades de sobrevida son ínfimas. Romain decide no seguir ningún tratamiento: de allí en más sólo vivirá "el tiempo que resta" (el título original del film).
Lo que sigue son instantáneas de los momentos de sobrevida de Romain. Como las fotos que irá tomando, el film muestra la intensidad con la que asume su finitud y la soledad que afronta. Romain se aferra a su oficio de fotógrafo, cuando nunca antes lo había apreciado como un arte. Su devenir es íntimo, de hecho la única persona de su entorno que sabrá qué es lo que sucede es su abuela, interpretada por Jeanne Moreau. El encuentro con ella es lo mejor del film. Romain le confieza su enfermedad sólo "porque ella también está próxima a la muerte". En esa afirmación ya no hay rastros de cinismo, sino la convicción de que, al fin de cuentas, lo único que puede conseguir de los demás es la aceptación de lo irreversible.

Romain se encontrará con el niño que fue, cuando la vida era aún una promesa. En esa intimidad consigo mismo el film de Ozon asume un lirismo que complementa a la sequedad del resto del relato. A mitad de camino se topará con una camarera (Valeria Bruni Tedeschi) que le hará una propuesta osada e íntima. Allí el film pierde algo del intimismo que había construído antes, pero el punto de vista sobre el protagonista dará un giro a la vez significativo.

La entrega de Melvin Poupaud es notable. Sin la convicción con la que asume su papel los resultados no hubieran sido lo que son. Su rigor va más allá del evidente deterioro que sufrió el actor para dar verosimilitud al personaje. Cuando al final del film lo veamos sólo, en un lugar soñado, confirmaremos que lo mejor de "Tiempo de vivir" es su poder de sugestión, la sabia elección de callar cuando no es necesario decir nada.
Ezequiel Obregón

Tiempo de vivir
Le temps qui reste , Francia/2005).
Dirección y guión: François Ozon.
Intérpretes: Melvin Poupaud, Jeanne Moreau, Valeria Bruni-Tedeschi, Daniel Duval, Marie Rivière, Christian Sengewald.
Fotografía: Jeanne Lapoirie.
Música: Arvo Pärt, Aleksandr Knaifel y otros.
Edición: Monica Coleman. Presentada por Alfa Films. 85 minutos.

Comunidad, de Carolina Adamovsky


"No lo conocemos y no lo queremos con nosotros"
Franz Kafka


Inspirada en el cuento homónimo del escritor checo, la obra presenta en hilera a seis hombres de saco y corbata de un gris casi idéntico que se miran, gesticulan y hablan entre sí en un tono tan bajo que apenas percibimos palabras sueltas, que no ayudan a construir sentido. Es que el contenido del diálogo es aquí irrelevante; simplemente reconocemos que estos personajes se conocen y mantienen una relación como grupo. Cada vez se hace más evidente que uno de ellos "resulta fastidioso" por alguna inexplicable razón y se convierte en la víctima de los demás, cuyo único lazo común parece cimentarse en el ejercicio de la exclusión.

La situación se presenta, sin embargo, como un juego de niños, los cuales se entretienen observándose, se divierten y sorprenden con pompas de jabón, se empujan y se ríen a carcajadas. El espectador se divierte, al tiempo que va notando cómo, poco a poco, la crueldad se va acentuando en estos hombres que necesitan separar a uno para sentirse parte de un selecto círculo de cinco.

En este caso, apenas hay discurso articulado y, cuando se enuncia, está vacío. La elocuencia de los cuerpos y los sonidos basta para que como espectadores vivamos la experiencia de aquel a quien no se lo admite en permanente desconcierto, pues así como no hay un vínculo férreo en la comunidad formada, tampoco tiene explicación el alejamiento brutal de ese sexto personaje.

Sobre esa breve fábula se teje este espectáculo, en el que cada gesto y cada actitud de los actores han sido medidos para que, sin decir, se diga cómo nos comportamos en la sociedad, a través de situaciones nimias, irónicamente lúdicas, que hacen gracia y causan pesar a la vez. Fabián Bril, Francisco Civit, Javier Rodríguez, Percy Jiménez Vásquez, Alejandro Zingman y Julián Vilar logran sostener, gracias a su fuerte concentración, esta sucesión de situaciones tan absurdas como significativas en el plano metafórico.La potencia de la conexión que se observa en el escenario llega, contundente, al receptor.

La luz simple y blanca de Gonzalo Córdova no distrae y resulta muy ajustada la elección del vestuario en esta puesta despojada en la que los juguetes cobran un valor especial en manos de estos hombres innominados de apariencia formal y atildada.
Es evidente que esta puesta madura ha sido posible gracias al minucioso e inteligente trabajo creativo de Carolina Adamovsky desde la dramaturgia y la dirección.

Clara Ibarzábal
Inspirada en "Comunidad", de Franz Kafka
Actúan: Fabián Bril, Francisco Civit, , Javier Rodríguez, Percy Jiménez, Julián Vilar, Alejandro Zingman
Diseño de vestuario: Cecilia Zuvialde
Diseño de iluminación: Gonzalo Córdova
Diseño gráfico: Daniel Roldán
Fotografía: Clara Muschietti
Prensa: Carolina Alfonso
Producción ejecutiva: Vanina Fabrica
Asistencia de dirección: Gabriel Baigorria
Dramaturgia y dirección: Carolina Adamovsky

ESPACIO CALLEJON
Dirección: Humahuaca 3759
Teléfono: 4862-1167
www.callejonteatro.com.ar
Entrada: $15,00 / $10,00 - viernes - 23:30 hs