
El film comienza con la llegada de Marie Antoinette a Francia, empujada al Palacio de Versalles para contraer matrimonio con Luis XVI. Sin tener una trama consistente, lo que Coppola muestra es la vida de esta joven mujer en el Palacio. Hay algunos organizadores espacio temporales que sirven para denotar el opresivo ámbito en el cual el personaje es sumergido, como el momento del desayuno, o el encuentro con su marido antes de ir a dormir, en donde lo único que no hay es erotismo. Agobiada por una corte que le exige un heredero, y un protocolo absorvente, Marie Antoinette se refugia en el pasatismo absoluto. El rey es mostrado como un estúpido muy poco viril que se mueve pasivamente por la trama manejada por la corte.
Fascinada por la biografía escrita por Antonia Fraser, la adaptación de Sofía Coppola no deja de ser funcional a algunos temas ya presentes en su corta filmografía. Siempre parecieron interesarle aquellos seres que son productos de una época pero están fatalmente corridos del eje del mundo. Como las blondas hermanas de “Las vírgenes suicidas”, esta Marie Antoinette deambula por un espacio que le es propio pero a la vez ajeno. No le queda mayor contención que sus grandes comilonas, los chimentos que circulan por Palacio y que permiten sacarla –por un momento- de la rutina, y su fascinación por la ropa y el juego.
La banda sonora incluye canciones de New Order, The Cure, The Strokes, entre otros, y establece una interesante relación con la puesta en escena, tan preciosista como clásica. La “licencia” musical tomada por Coppola resalta esa extrañeza que vive el personaje principal. Su manifiesta adolescencia es visible en un mundo en el cual tal concepto aún no existía. Recién a inicios del siglo XX la ciencia médica comenzó a utilizar el término. La adultez de los personajes secundarios siempre está asociada con el chisme y la especulación, en donde el affaire entre el padre de Luis XVI y madame du Barry (una ex prostituta interpretada por la ascendente Asia Argento) es el más comentado.
La película en ningún momento se postula como una tradicional biopic (Elizabeth, por ejemplo). Es más pertinente catalogarlo como el retrato del mundo interno de una famosa reina antes que una puesta en escena de episodios históricos. Justamente el film decae cuando debe hacerle frente al comienzo de la revolución. Uno se pregunta si a esa altura no hubiera sido mejor dejar las cosas como estaban. Antes del descenlace, los hechos fuera del palacio permitían remarcar el poco interés de la reina por el mundo circundante. La visión de Cóppola es que no hacía vista ciega por miserable, sino por ser adolescente. Frente a esto, sólo nos es posible creer que estamos ante un reduccionismo absoluto o a una osadía artística. Si tenemos en cuenta que la reina fue decapitada a los 39 años, sólo enfatizamos las dos posibiliadades.
Aún imperfecto, el film tiene el riesgo que es infrecuente en la industria cinematográfica. Toda la melancolía que transmite no hubiera sido posible sin Kirsten Dunst. Su mirada perdida pero a la vez picarezca es tan contundente como ese inmenso palacio en el cual pasaron sus días. ¡Larga vida para la reina!
Ezequiel Obregón
Dirección: Sofia Coppola.
Duración: 123 min.
Actuaciones: Kirsten Dunst (María Antonieta), Jason Schwartzman (Luis XVI), Rip Torn (Luis XV), Judy Davis (condesa de Noailles), Asia Argento (madame Du Barry), Marianne Faithfull (emperatriz María Teresa), Danny Huston (Joseph), Molly Shannon (tía Victoria), Steve Coogan (conde Mercy D'Argenteau), Rose Byrne (duquesa de Polignac).
Guión: Sofia Coppola; basado en el libro "María Antonieta: La última reina" de Antonia Fraser.
Producción: Sofia Coppola y Ross Katz.
Producción ejecutiva: Francis Ford Coppola y Fred Roos.
Fotografía: Lance Acord.
Montaje: Sarah Flack.
Vestuario: Milena Canonero.
Duración: 123 min.
Actuaciones: Kirsten Dunst (María Antonieta), Jason Schwartzman (Luis XVI), Rip Torn (Luis XV), Judy Davis (condesa de Noailles), Asia Argento (madame Du Barry), Marianne Faithfull (emperatriz María Teresa), Danny Huston (Joseph), Molly Shannon (tía Victoria), Steve Coogan (conde Mercy D'Argenteau), Rose Byrne (duquesa de Polignac).
Guión: Sofia Coppola; basado en el libro "María Antonieta: La última reina" de Antonia Fraser.
Producción: Sofia Coppola y Ross Katz.
Producción ejecutiva: Francis Ford Coppola y Fred Roos.
Fotografía: Lance Acord.
Montaje: Sarah Flack.
Vestuario: Milena Canonero.